Un libro de anécdotas que fueron como ráfagas en la vida del autor. Ráfagas de un perfume, con olor a bellos y divertidos recuerdos. Foto: Instagram

(CNN Radio Argentina)- El escritor y director de teatro argentino dialogó con Libros con Ñ este domingo, a propósito de Solamente una vez…Quizás dos. Encuentros furtivos de editorial Eudeba.

Un anecdotario divertido y entretenido que incluye en su lista desde grandes estrellas de Hollywood, como es el caso de la gran Joan Crawford, pasando por el excéntrico Liberace, hasta la inigualable Tita Merello.

Este domingo por la tarde el periodista Gustavo Noriega conversó con el artista quien se refirió a unas cuantas anécdotas que incluye su obra de la manera más divertida y entusiasta que se pueda esperar.

Este libro, me parece muy divertido. ¡La cantidad de historias y la agudeza para percibirlas!

Creo que la única virtud que puedo tener es que se ver dónde hay una anécdota. Porque, por ejemplo, me quedaron en el tintero muchas, con personalidades como Pedrito Rico, Menem y demás, no obstante, si no encuentro que la historia tiene alguna sustancia capaz de hacer sostener la viñeta, bueno, entonces, esa no entra, queda afuera”.

“En mis años de viajero tuve amigos que me invitaban o llamaban para ser parte de encuentros o eventos en donde había muchas personalidades del ambiente artístico local y también internacional. Eran tiempos de juventud en los que vivía frecuentando lugares donde acudían las celebridades. Algunas veces tuve alguna que otra linda conversación, un encuentro de manos o un cruce de palabras, un saludo, pero nunca tuve una amistad con ninguno de los nombres que menciono; Simplemente este libro trata de contar lo que fueron esas anécdotas de quienes pasaron por mi vida en algunos momentos que seguro ellos no registraron, pero yo sí”.

“Algunos encuentros como una ráfaga que pasa y deja su rico perfume”

Yo armé la lista para el libro porque donde yo me movía en otras épocas siempre había alguna figura del mundo del espectáculo y sentía que tenía muchos de esos encuentros para contar. Sí, muchos son grandes estrellas, aunque yo siempre vi a todos ellos como gente común, como uno ve a los compañeros de trabajo. Yo no me dediqué nunca a lustrar bronces. Acá se hace eso, se estila eso, más nunca fue ese mi hobby”.

Tenes una inteligencia para percibir algo que pasaba delante de tus ojos, ¿cómo sucede?

“El libro yo entendí que debía ser ameno, entretenido y que pudiera mostrar aspectos no muy conocidos de personajes que están hoy en sus hogares (algunos) y que han sabido construir su personaje para el exterior. Por lo general he querido ser lo más despojado posible, porque no quería hacer eso de escribir como fan de alguna personalidad que yo admire. Yo creo que uno tiene que poder ver la parte más oscura del personaje”.

La anécdota de Joan Crawford (la gran actriz estadounidense de cine y televisión ganadora de un Óscar de la Academia en 1945)

“Yo me crucé en una matiné de Bro0dway con ella; esto ocurrió una vez en la que yo me encontraba trabajando en New York. Yo hacía trabajos para un amigo publicista de allá. Él era muy cholulo y le encantaba el teatro. En una oportunidad fuimos a Broodway y una vez dentro del teatro, él cree ver a Joan Crawford ingresar con alguien a quien conocía mucho (de la industria publicitaria) y entonces fue allí que tuve la oportunidad de cruzar unas palabras con la actriz. Fue un instante en el que nos vimos en el hall y ella, que para ese entonces ya estaba en retirada y haciendo lo que podía, su mayor placer era ir al teatro para que, cuando terminara la función de la tarde, la anunciaran en la platea y entonces, el teatro era una ovación. Es que ella tenía su público que aún le mantenían el reconocimiento de siempre e iba a cada función, para recibir el calor del público”.

“En el encuentro cercano, que fue en el entreacto de la obra, en ese momento, luego de presentarse, ella me contó de un proyecto del que yo no lo conocía nada, que era ni más ni menos que una novela de Carlos Fuentes que iba a dirigir Torre Nilsson, llamada Zona Sagrada (basada en la relación de María Félix con el hijo). Ella estaba interesadísima en el proyecto, pero nunca consiguieron la financiación para hacerlo; además porque su nombre estaba un poco ya en el final de su carrera y Nilsson era de trayectoria más local. Ese fue mi encuentro con la artista. Yo sabía muchas cosas de ella, de sus preferencias, porque había leído su biografía. Sabía hasta qué tipo de zapatos le gustaba usar, lo de pulserita, pero había tanta gente que no puede verle los pies ese día”.

Liberace, único e inigualable. Un showman que admitía todos los adjetivos: Genial, “mamaracho” y loco. Un avanzado para la época.

Wladziu Valentino Liberace, más conocido por su apellido, Liberace, fue un showman y pianista estadounidense de ascendencia polaca e italiana, de gran popularidad. Devoto católico, inspiraba a su público con su cálida cercanía y su inagotable y generoso espíritu pletórico de alegría en sus espectáculos.

A propósito de este artista excéntrico y único cuya personalidad supo captar en su film Behind the Candelabra el director, Steven Soderberg, Kostzner dijo: “Él era un artista original y sorprendente porque tenía una espectacularidad que todos los artistas de rock luego quisieron imitar. Este señor hacía de su vida un show continuado”.

“Yo lo conocí, hablé con él. Fue en una oportunidad que tuve en la marmolería de un amigo, en México. Por ese negocio vi un montón de celebridades americanas, era una época donde aparecía mucha gente de Hollywood para comprar piezas únicas, muy costosas”.

Liberace intercambió palabras conmigo, entre algunas anécdotas que me compartió es que un sastre argentino le había hecho el mejor traje de gaucho del mundo. Yo luego pasé años investigando el tema y busqué en todas sus fotos públicas para ver si podía descubrir ese atuendo, pero nunca logré verlo. De todos modos, más allá de eso, era una estrella que no tenía miedo al ridículo y todo eso que expresaba y hacía era su rango distintivo como espectacularidad característica. En la foto del libro, él está con un look tipo homenaje a los “hot pants”, masculinos, un único total “.

Mi anécdota con una estrella local: La Gran Tita Merello

Resulta que Tita Merello tenía un consultorio sentimental y ella se manifestaba siempre con su opinión respecto de las historias que le llegaban en cartas. Muchas chicas le escribían y le contaban sus historias a las que ella contestaba. Yo un día escribí una carta inventando una historia con todos elementos inventados, los cuales yo sabía que a ella le iban a parecer aberraciones tremendas. Yo pensé: A esta carta la van a desechar, porque ni debe ser ella. Pero no fue así, me la contestó punto por punto y me dijo: Señora, lo que usted hace no tiene nombre. Ella era única, porque las cartas hablaban de chicas que sus papás no las dejaban usar minifalda, que sus novios las celaban etc; Y ella las aconsejaba. Contestaba una a una, eso era así de verdad”. Ella había sido amante de algunos artistas en su juventud, pero para este entonces estaba en una etapa más bien religiosa y muy espiritual y desde ahí aconsejaba a las mujeres”.