El presidente de Argentina, Javier Milei, llega para un servicio interreligioso a la Catedral Metropolitana después de la Ceremonia de Inauguración Presidencial el 10 de diciembre de 2023 en Buenos Aires, Argentina. Crédito: Marcos Brindici/Getty Images

(CNN Radio Argentina) – Alejandro Katz, ensayista y analista político, analizó en CNN Radio el primer discurso presidencial de Javier Milei: “Ningún presidente inicia su mandato anunciando sangre, sudor y lágrimas”.

“Eso es lo que Churchill pidió al pueblo inglés para enfrentar a los nazis y, a cambio de ello, lo que había era la derrota de un ejército opresor que había invadido media Europa y destruyo a gran parte de la humanidad”, comparó Katz en CNN Primera Mañana, con la conducción de Pepe Gil Vidal.

Es por eso que comparó que el presidente nacional quiere derrotar a una clase política, que según él es la responsable del sufrimiento que está padeciendo nuestra sociedad.

Sin embargo, señaló: “No me resulta claro el diagnóstico de Milei, creo que los problemas del estancamiento de la Argentina, que genera un déficit fiscal crónico y una inflación destructiva del salario, son problemas mucho más complejos que la casta política”. Y advirtió que si el diagnóstico es imperfecto, las soluciones pueden ser erráticas y erróneas.

En este sentido, apuntó a que el país no supo decidir su tipo de desarrollo económico: “Argentina fue un país agroexportador hasta los años 30, fue un país que desarrolló la industria local hasta los 70 y desde entonces no supo saber qué hacer de su economía, para que genere prosperidad de modo sustentable”.

Y criticó: “Si uno mira la composición del gabinete, empieza a ver un gobierno loteado. Una administración que diversas corporaciones se fueron apropiando, dado la debilidad de origen del mandatario, que viene sin partido que lo acompañe y lo provea de cuadros, experiencia y de recursos humanos”.

A su vez subrayó que la clase política no estuvo a la altura de los problemas de la nación, y la calificó como “deficitaria” y “responsable” de la falta de rumbo.

“Hay un cierto consenso acerca de que es inevitable acomodar la macroeconomía y es necesario un ajuste. Si el esfuerzo que pedía Churchill estaba orientado a la derrota del enemigo, el esfuerzo de Milei está orientado a la prosperidad de nuestra sociedad”, observó el analista.

Y concluyó: “Lo que falta es una idea de cómo el ajuste se encamina a la producción de una prosperidad sustentable y bien distribuida”.