(CNN Radio Argentina) – Diego Kravetz, secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, habló este martes con CNN Radio, tras la conferencia de prensa del Jefe de Gobierno de la Ciudad sobre el refuerzo en seguridad: "El delito mutó y se transformó en un delito más violento y para ello cambiamos las metodologías de trabajo".

"Estamos haciendo una serie de dispositivos, donde hay uno o dos móviles con dos o cuatro motos, que hacen operativos en las principales avenidas con idea de hacer una prevención acabada de autos y motos para evitar delitos de motochorros, robo dentro de autos y demás", ejemplificó Kravetz en CNN Primera Mañana, con la conducción de Pepe Gil Vidal.

Relación con provincia

En este sentido, Kravetz estableció que hay "miradas muy distintas" respecto a la seguridad desde la Ciudad como desde la Provincia de Buenos Aires: "Son miradas muy distintas, tenemos casi el 80% de efectivos policiales nuestros que viven en PBA, entonces tenemos un día a día que cuando entran y salen del trabajo se cruzan y así tuvimos enfrentamientos armados. En nuestro instituto formamos para hacer frente a esas realidades distintas".

"Que haya tanta gente armada en la calle es una idea que solamente puede darse cuando no hay ningún mecanismo de prevención. Este año ya retiramos casi 3 mil armas blanca de la calle y esto en la provincia no se replica", agregó.

Es así que el secretario señaló que la zona sur es por donde más penetra el delito y la calificó como "la zona más compleja en cantidad de delitos de la Argentina".

Y argumentó: "Se discute la figura del delincuente, por ahí se lo ve como una persona sin oportunidades, que le fue mal, cayó en desgracia y comete un delito, y en la práctica no es así porque el delincuente se dedica a eso. Si por cada desgracia que le pasa a una persona nos tenemos que encerrar, es un error conceptual y una visión muy laxa de la seguridad".

Poder judicial

Por otro lado, Kravetz también apuntó contra la idea de garantismo: "Lo que le pasó a la Argentina fue una doctrina que es transversalizada a lo que es el derecho y el poder judicial que es la doctrina garantista, donde hay una serie de jueces, fiscales y defensores que tienen una mirada casi abolicionista de la pena. Para saldarla hay que ubicarse en el rol donde no se haga daño a la sociedad. En un sistema acusatorio, un fiscal garantista es como decir que no haya proceso penal porque no hay quien persiga al delincuente".

Y argumentó: "Hay una falla del sistema que ya no es el sistema de prevención o represión del delito que es el Poder Ejecutivo, sino que es más propio del Poder Judicial, que no se hace carne de la situación".