El clérigo musulmán nacido en Estados Unidos, Anwar al-Awlaki, cara pública de Al-Qaeda en la Península Arábiga, murió en un ataque aéreo contra su comitiva en Yemen, informó este viernes el Ministerio de Defensa de ese país.
“Una exitosa operación conjunta de inteligencia compartida” entre Yemen y Estados Unidos permitió la operación que mató a al-Awlaki, dijo un funcionario del gobierno yemení que pidió no ser identificado por no estar autorizado para hablar con los medios.
Estados Unidos consideraba a Al-Awlaki un terrorista y una amenaza para su seguridad nacional. Fuentes de inteligencia occidentales creen que Al-Awlaki era un importante líder de Al Qaeda en la Península Arábiga, una de las ramas más activas de la red terrorista y vinculada con el intento de atentar con un avión en Detroit en diciembre de 2009 y contra un avión de carga el año pasado.
El presidente Barack Obama se refirió a la muerte del Al-Awlaki “como un gran golpe a una de las afiliadas más activas de Al Qaeda” y dijo que es un importante paso en la lucha contra la red terrorista.
“Esta es una prueba más de que Al Qaeda no encontrará un santuario seguro en ninguna parte del mundo”, agregó el mandatario.
Basha detalló que la operación inició alrededor de las 9:55 horas (local), aunque no dijo cómo se llevó a cabo ni cómo falleció Al-Awlaki.
Un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato confirmó la muerte del líder de Al-Qaeda, aunque tampoco ofreció detalles sobre el operativo.
Nacido en Las Cruces, Nuevo México, el clérigo vivió en Estados Unidos hasta los siete años, cuando su familia regresó a Yemen. En 1991 regresó a territorio estadounidense para sus estudios universitarios, hasta 2002.
Durante su tiempo como imán en una mezquita en California y Virginia, Al-Awlaki predicó y se relacionó con tres de los secuestradores de los aviones del 11 de septiembre, según el Informe de la Comisión del 11-S. Después, él condenó el ataque públicamente.
Al-Awlaki pasó 18 meses en una prisión de Yemen, de 2006 a 2007, por cargos de secuestro, pero fue liberado sin ir a juicio. Él asegura que fue retenido a petición de Estados Unidos.
Funcionarios de Estados Unidos dicen que al-Awlaki ayudó a reclutar a Umar Faruk Abdulmutallab, el nigeriano acusado de intentar detonar explosivos en un vuelo transatlántico poco antes de aterrizar en Detroit, el 25 de diciembre de 2009.
También se dice que el clérigo intercambió mensajes de correo electrónico con el acusado del tiroteo en Fort Hood, el comandante Nidal Hasan, quien mató a una decena de soldados y a un civil en una base de Texas.
Este año, una corte yemení lo condenó en ausencia a 10 años de prisión por cargos de incitar a matar extranjeros.