Por Guy Dinmore
(Financial Times) – El nuevo gobierno tecnócrata de Italia planea recaudar 24.000 millones de euros adicionales a través de incrementos en impuestos y recortes en los gastos durante los próximos dos años para poder cumplir su objetivo de balancear el presupuesto estatal para 2013.
El paquete previsto de duras medidas fiscales ha tenido cierta resistencia entre los líderes sindicales pero aceptación de los principales grupos comerciales del país como una acción vital “para la salvación de Italia y del euro”, en lo que promete ser una caída para la moneda.
Mario Monti y sus ministros informaron a los líderes de los principales sindicales y a Confindustria, la asociación de empleados de Italia, sobre las medidas que podrían ser decretadas por el gabinete, posiblemente en la noche del domingo.
Las medidas incluyen aumentar la edad de jubilación, congelar las pensiones el próximo año excepto para las personas de bajos ingresos, mayores impuestos para los de altos ingresos, recortes de 2.500 millones en gastos de la salud y la imposición de un impuesto a la propiedad.
Se espera que las reformas laborales –que buscan potenciar la estancada economía italiana- sean propuestas en una legislación separada después de que las medidas fiscales sean ejecutadas.
“Es un paquete duro”, comentó Emma Marcegaglia, jefe de Cofindustria, diciendo que la situación es muy grave. “Pero es fundamental para la salvación de Italia y del euro”.
Angela Merkel, canciller alemana, y Nicolas Sarkozy, presidente francés, se reunirán en París el lunes para intentar finalizar los planes conjuntos de los cambios comerciales de la Unión Europea como parte de un paquete integral de medidas.
Los mercados internacionales se tranquilizaron la semana pasada por las señales de progreso para enfrentar la crisis de la eurozona y por la intervención coordinada de los más grandes bancos centrales del mundo para aliviar las tensiones en el mercado europeo de préstamos interbancarios.
Mario Draghi, el nuevo presidente del Banco Central Europeo, dijo que la institución estará preparada para asumir una respuesta más agresiva para resolver la crisis, en caso de que las medidas de mayor integración fiscal entre los 17 países de la eurozona pueden ser acordadas.
Monti, que fue designado primer ministro después de que Silvio Berlusconi renunciara por la presión de los mercados y de la comunidad internacional, dijo que Italia tiene que escoger tomar “sacrificios necesarios o estar en la situación de un estado insolvente y de un euro destruido por la infamia de Italia”.
Los críticos de las medidas aseguran que los cambios tendrán profundos efectos sociales.
Monti se reunió con líderes de los principales partidos el sábado. Las reacciones fueron mixtas. Las declaraciones indican que el partido de centro-derecha Pueblo de la Libertad (de Berlusconi) y el Demócrata, de centro-izquierda, podrían tratar de introducir cambios en el parlamento pero que reconocerán la gravedad de la situación.
“El camino a tomar es o bien una fuerte corrección fiscal hoy o el riesgo de bancarrota mañana”, dijo Angelino Alfano, secretario del partido Pueblo de la Libertad.