Dos estudios indican que el problema del "sexting" no sería tan grave como se creía.

(CNN) — Al parecer pocos menores de edad, crean o comparten imágenes sexualmente explícitas, de acuerdo con un estudio publicado el lunes en la revista Pediatrics.

Esto contradice a una investigación reciente que describe al sexting (envío de fotografías o mensajes eróticos o sexualmente explícitos mediante un teléfono móvil) como el fenómeno más extendido en la juventud de Estados Unidos.

En el estudio se encontró que el 1% de los menores de edad de más de 10 años tomaron fotografías explícitas suyas o de otra persona y que el 5,9% recibió ese tipo de imágenes, de acuerdo con los autores, investigadores de Crimes against Children Research Center de la Universidad de New Hampshire.

En total, el 9,6% de los menores entre los 10 y los 17 años informaron que aparecieron, crearon o recibieron imágenes “sexualmente sugerentes” que no necesariamente implican desnudez, de acuerdo con en el estudio.

“Contrario a los estudios que publican que uno de cada cinco jóvenes participa en sexting, estos resultados son hasta cierto punto tranquilizadores. Sólo un bajo porcentaje de los jóvenes aparece o crea imágenes de sexting que se podrían considerar como pornografía infantil ilegal. Por otra parte, algunas de estas imágenes se reenvían o se publican en línea, y esa situación podría poner en riesgo a los jóvenes”, según los autores.

Incluso un pequeño porcentaje de niños que comparten imágenes explícitas o sugestivas en línea representa un problema importante que requiere de la atención de los legisladores y de las autoridades, afirman los autores.

Los menores de edad pueden enfrentar repercusiones permanentes por crear, compartir o simplemente poseer imágenes explícitas, incluyendo la posibilidad de acusaciones criminales.

En el estudio no se incluyeron intercambios de mensajes de texto sexualmente explícitos, y los autores reconocieron que probablemente algunos niños no le informaron al encuestador acerca de su participación en el sexting. En el estudio participaron únicamente jóvenes que hablan inglés y que son usuarios regulares de internet.

Sin embargo su estudio es más preciso que los esfuerzos anteriores, en parte porque se especifica de una manera más estrecha el tipo de materiales que los menores crean y comparten. En los estudios anteriores se les preguntaba a los jóvenes sobre materiales que no “revelaban más cosas de lo que alguien podría ver en una playa”, dicen los autores.

El estudio se basó en 1.560 entrevistas telefónicas con niños y las personas responsables de ellos, entre enero y agosto de 2011. Tiene un margen de error del 2,5%.

En un segundo estudio de la Universidad de New Hampshire publicado también en Pediatrics, los investigadores estimaron que las agencias de seguridad de Estados Unidos participaron en la investigación de 3.477 casos de imágenes de contenido sexual que produjeron menores de edad en 2008 y 2009.

De esas imágenes, una tercera parte eran lo que los investigadores llaman conducta “experimental”, en su mayoría menores que estaban en una relación romántica o que buscaban atención sexual. Pero el otro 31% participó en circunstancias con agravantes, como compartir imágenes sin la autorización de la persona, o que un joven chantajeara o abusara sexualmente de otro chico más pequeño, de acuerdo con los investigadores.