(CNN) – El dolor, el pinchazo, la puntada, la quemazón. Usamos toda clase de palabras para definir el dolor, pero la verdad es que no hay forma de saber si lo que Ud. experimenta como dolor difiere o no de los demás. Es una cuestión de percepción individual.
Y la disparidad que existiría en esta percepción del dolor entre hombres y mujeres es el nuevo foco de investigación de los científicos.
En el estudio más grande que se ha hecho sobre el tema, investigadores de Stanford analizaron los datos de historias médicas relacionados con los niveles de dolor y encontraron que las mujeres tienden a reportar más dolor en una variedad de diagnósticos. Estos resultados fueron publicados el lunes en el Jornal del Dolor (Journal of Pain, en inglés).
La explicación podría ser que las mujeres se expresan más y son más comunicativas sobre el dolor y cómo lo sienten; y los hombres, menos. Pero algunos doctores creen que el estudio refleja problemas actuales sobre cómo se diagnostica y se trata el dolor en las mujeres. Incluso podría haber diferencias centradas en la biología para explicar esta brecha.
Dicha investigación se realizó utilizando historias médicas de más de 72.000 pacientes del Hospital y Clínica de Stanford. Sumadas, estas historias clínicas contenían más de 160.000 mediciones de dolor en más de 250 diagnósticos primarios. Toda esta información se redujo finalmente a más de 11.000 pacientes con mediciones de dolor tomadas como parte de sus visitas médica de rutina.
Las mayores diferencias se encontraron en pacientes con problemas en los sistemas musculoesqueletal, circulatorio, respiratorio y digestivo. Se encontraron también diferencias en la intensidad del dolor según el sexo de los pacientes, en dolencias de la región cervical y en casos de sinusitis aguda. Estas conclusiones refuerzan lo que estudios experimentales habían concluido en el pasado.
En promedio en un espectro amplio de enfermedades, las mujeres reportaron dolor un punto más alto que los hombres en una escala del 1 al 11. Esto puede no parecer mucho pero un punto de diferencia puede ser usado como indicador de que una droga está funcionando, dijo el doctor Atul Butte, autor senior del estudio y profesor asociado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford. “Nosotros realmente usamos estos números. ¿Cuándo comenzamos a dar medicina para el dolor? ¿Estamos dando la cantidad suficiente?, y agrega que “tenemos que entender también la diferencia entre los sexos”.
En el estudio se utilizó la primera medición relacionada con la visita médica pero hay ciertas salvedades a tener en cuenta: algunos pacientes pueden estar representados en las pruebas varias veces. Los investigadores no obtuvieron información acerca del uso de drogas de venta libre antes de que el paciente acudiera a la visita, lo que pudiera haber influido en el reporte del dolor. Aun así, el gran tamaño de la muestra permitiría diluir las parcialidades de cada individuo, en relación con estudios más chicos.
Las escalas de dolor utilizadas fueron dos: verbales y no verbales (basada en un observador externo) A los pacientes adultos se les preguntó que den un número a su dolor, desde 0 “sin dolor” a 11 “el peor dolor imaginado”. Para aquellos que no podían comunicarse, personal calificado los midió en una escala de 11 puntos. Otro problema con el estudio es que la mayoría de las historias médicas no dicen si fue el observador o el paciente quien midió el dolor.
Existen una variedad de explicaciones para estas conclusiones, incluso factores hormonales, genéticos o psicológicos. El ciclo menstrual en la mujer, para dar un ejemplo, puede afectar el reporte del dolor.
Los autores también notaron que las mujeres son más propensas a ir al médico que los hombres, y que el género del médico también podría afectar cómo los pacientes reportan el dolor.
Pero incluso si más mujeres van a al médico eso no significa que están recibiendo el tratamiento que necesitan, dice el doctor Gauray Trehan, director de Medicina para la Intervención del Dolor en el hospital de la Universidad de Temple en Filadelfia, quien no participó del estudio.
Otro estudio ha sugerido que las mujeres en general, sufren dolor más severo, más frecuente y más duradero que los hombres. Estudios de laboratorio, de dolor causado expresamente en los participantes, también han concluido que las mujeres tienen un umbral del dolor menor a los hombres.
“Los factores cognitivos, emocionales y conductuales muchas veces tienen una gran influencia en el nivel del dolor que percibe una persona,” dice Irene Wu, profesora asistente de anestesiología en el Centro Médico de UCLA, quien no participó en el estudio. También dijo que el nivel de estrés en la mujer hace que el dolor parezca peor.
Según la experiencia de Wu las mujeres tienden a marcar múltiples áreas de dolor en el cuerpo, mientras que los hombres son más concisos y apuntan a una parte específica. También nota que las condiciones de dolor crónico que son más comunes en las mujeres, como la fibromialgia, pueden agravar la experiencia general del dolor.
Y también está la noción general de que las mujeres toleran el dolor mejor que los hombres; por ejemplo dan a luz y experimentan décadas de dolores menstruales sin recibir una medicación adecuada al respecto, dice el doctor Trehan.
Otros científicos están mirando hacia el cerebro para ver qué pasa en él cuando hombres y mujeres sienten dolor, para tratar de encontrar si hay una base biológica en la diferencia de percepción. Según Trehan, estudios preliminares muestran que podría haber partes del cerebro más activas en los hombres que en las mujeres cuando se induce el dolor. Pero se necesitan más estudios para entender la aparente diferencia entre los sexos respecto al dolor.
“Tenemos que mirar más allá del dolor,” dice la doctora Wu, “tenemos que tratar al dolor desde la perspectiva médica pero también medir adecuadamente cómo el paciente se relaciona con él”.