(CNN) — Pauls Stamets era un niño tímido. No podía ver a la gente a los ojos, así que miraba al suelo. Y ahí, dice, es donde encontró los hongos.
Esa timidez se terminó, pero los hongos ganaron mayor atención.
Stamets es uno de los defensores más destacados en el tema de usar hongos con propósitos medicinales. Además de viajar por el mundo para buscar hongos exóticos, también da conferencias sobre ellos y dirige con su esposa a Fungi Perfecti, una empresa de suplementos para los que usa hongos.
Cuando habló en octubre en TEDMED, incluso vistió un hongo, su sombrero estaba hecho de poliporo del abedul, que también se piensa tiene usos medicinales.
¿Por qué no se usan con más frecuencia los hongos con propósitos medicinales? A pesar del uso documentado de ellos en otras culturas (por ejemplo, en la antigua Grecia), desde hace miles de años, Stamets dice que algunas personas le temen a los hongos —micofobia— porque es efímero y poderoso.
Tienen el poder de alimentarte, de hacer que alucines o incluso de dañarte, pero no tienen mucha duración.
“La paranoia de la gente es un reflejo de que no entienden algo que es tan misterioso”, dice. “Siempre me sentí atraído a lo prohibido, y estas eran frutas prohibidas”.
Stamets no es la única persona que se emociona con los hongos. George Hudler, profesor del Departamento de Fitopatología (enfermedades de las plantas) y Biología de los Microbios en las Plantas de la Universidad de Cornell cree que hay mucho potencial para las propiedades curativas de los hongos.
“En los próximos 10 años, veremos una increíble expansión de nuestro conocimiento de los químicos en los hongos, con la esperanza de que incluso se usen en la medicina convencional”, dice Hudler, quien imparte un curso sobre hongos en la Universidad de Cornell, y en una ocasión cenó con Stamets.
Puedes conocer sólo un puñado de tipos de hongos, pero existen más de 150,000 especies, dice Stamets. Sin embargo, sólo se han identificado 14,000, y él y sus colegas todavía buscan más.
En el punto de vista de Hudler, los hongos shiitake tienen el registro más prolongado de investigación en los beneficios para la salud. Los químicos en ellos pueden estimular el sistema inmunológico y reducir el nivel de colesterol.
Los hongos de botón blanco que se encuentran en las ensaladas también tienen un alto contenido del complejo de vitamina B, y sus propiedades antioxidantes podrían proteger contra las enfermedades cardiacas y el cáncer.
Incluso se comprobó que los hongos alucinógenos tienen usos clínicos. La psilocibina, uno de los compuestos psicodélicos en los hongos mágicos, puede tener usos para la depresión, reveló recientemente un estudio. También existen investigaciones que sugieren que a las personas saludables a quienes se les dieron sustancias en un entorno experimental informaron tener experiencias que cambian la vida y efectos positivos que duran hasta 25 años.
La investigación sobre todos estos hongos todavía está en una etapa preliminar, así que no hay forma de decir con seguridad que los hongos añadirán años a tu vida.
Pero Stamets señala que su madre es un ejemplo viviente de lo útiles que pueden ser los hongos. Patty Stamets, de 86 años, tenía cáncer de mama en fase 4 de metástasis en 2009, y los médicos le dieron 3 meses de vida. Pero después de un año de consumir un suplemento con hongos cola de pavo o (trametes versicolor) además de los medicamentos habituales como el Taxol (Paclitaxel) y Herceptin (trastuzumab), ya no tenía cáncer detectable.
Sin embargo, no está claro que los hongos fueron determinantes. Los hongos cola de pavo pueden tener cierta capacidad para mejorar el sistema inmunológico, pero hay tantas cosas no previsibles con el cáncer que es difícil decir qué tanto tuvieron que ver por encima de los medicamentos habituales, dice Hudler. Él piensa que probar suplementos experimentales con hongos con el potencial para ayudar a tratar el cáncer es digno de considerar, pero no sin la consulta de un médico.
El mismo Staments come hongos tres o cuatro veces por semana, y recomienda que todo el mundo lo haga. Siempre cocina hongos para tener beneficios en su sistema inmunológico, dice. Cocinar también destruye cualquier tipo de toxina que pueda estar presente, señala Hudler.
A Stamets le gustan los hongos crujientes y dorados.
“Estos son alimentos funcionales”, dice. “Es una mala percepción pensar en ellos como droga”.