(CNN) — Cuando las compañías automotrices empiezan a asistir a eventos de telefonía móvil, es una señal de que el automóvil conectado ha llegado; permitiéndonos llevar con nosotros nuestras vidas digitales mientras manejamos en la carretera.
Pero mientras Ford reveló su más reciente automóvil en el Congreso Mundial de Teléfonos Móviles, e inauguró con ello una nueva era en la industria automotriz, también aumentó el miedo de que nuestros automóviles puedan ser hackeados.
Al igual que nuestras computadoras y smartphones, los componentes informáticos que se han infiltrados en los vehículos modernos pueden ser vulnerados, dicen los expertos. Sólo, con un automóvil, esto podría tener consecuencias más graves.
“Normalmente no manejamos nuestros smartphones a 120 kilómetros por hora”, dijo Brian Contos, estratega de seguridad para la empresa de protección en tecnología McAfee. “Pero las preocupaciones de seguridad y privacidad culminan cuando hablas de automóviles”.
Ford no es el único que ha integrando tecnología de teléfonos móviles en los automóviles.
Mientras que su B-Max compacto y su prototipo Evos fueron grandes éxitos en el Congreso Mundial de Teléfonos Móviles en Barcelona, también se presentaron autos como un Porsche 911 con Blackberry integrada y un Toyota con una aplicación para teléfonos de Samsung.
Casi todos los vehículos fabricados en los años pasados están integrados por circuitos de computadoras, desde unidades sencillas de entretenimiento hasta sofisticados sistemas de seguridad que controlan los frenos y la aceleración.
Y la tecnología sigue avanzando. Google está trabajando en el proyecto de un automóvil que se maneja solo el cual puede cambiar el futuro del automovilismo.
Con sistemas de autoasistencia capaces de prevenir choques o pedir ayuda después de accidentes, los automóviles nunca han sido más seguros.
Pero incorporar enlaces de teléfonos celulares, Bluetooth o incluso transmisores de radio de bajo alcance sólo sirve para aumentar la posibilidad de que esta tecnología se ponga en nuestra contra.
Miedos reales
Hasta ahora, estos ataques han sido en gran medida académicos. El año pasado, científicos de computación en la Universidad de California, San Diego y en la Universidad de Washington reportaron que podían obtener un acceso remoto a los sistemas de seguridad de un “sedán de precio regular” usando un CD de audio infectado con un virus.
“Los automóviles modernos son profundamente computarizados, y por lo tanto potencialmente vulnerables a ataques”, comentaron en un artículo de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Advirtieron sobre “escenarios financieramente motivados” en los que un atacante puede explotar esas debilidades.
Han existido ejemplos en la vida real: un exempleado de una empresa que ofrecía sistemas de inmovilización de vehículos a través de la web, pudo inhabilitar 100 automóviles en Austin, Texas en el 2010.
“Un escenario terrible es tener 100 automóviles en un puente: 50% con el freno puesto y el otro 50% con el acelerador ”, añadió Contos. “La colisión que algo así podría causar sólo con un ataque a distancia, es algo bastante aterrador”.
Otra posibilidad prevista por Contos es que los hackers usen ondas de radio para modificar presión en los neumáticos. “¿Y qué pasa después? Lógicamente (los usuarios) se detendrán a revisar las llantas, y esa es la mejor manera en la que pueden robar tu vehículo”.
Contos, cuya compañía ha compilado un artículo destacando los problemas de ciberseguridad en los vehículos, sugiere que el motivo más común para este tipo de ataques es para obtener alguna ventaja financiera, pero puede ser solamente el trabajo de hackers tratando de causar estragos sólo porque sí, o por causas relacionadas con el terrorismo.
“Muchas personas dicen que no existe el ciberterrorismo porque no tiene el impacto y el desconcierto que tienen la explosión de automóviles o algo por el estilo. Bueno, pues algo (como provocar una colisión mayor) sí tendría estas implicaciones”.
Después están las preocupaciones sobre la privacidad. Al descargar información personal en nuestros carros podemos ayudar a los automóviles a llegar a nuestras cafeterías preferidas o a revisar nuestra agenda, pero también los convertimos en un blanco para el robo de información.
Para muchos dentro de la industria automotriz, la pregunta es una: si los beneficios de la tecnología son más grandes que los problemas de seguridad.
“No creo que sea una situación exclusiva de la industria automotriz”, dijo el periodista de automovilismo Carlton Boyce. Sugiere que añadir más autonomía computarizada a nuestros vehículos es inevitable en un mundo cada vez más embotellado. Esto, dice, es algo con lo que los consumidores están felices, y que trae beneficios a largo plazo.
“Los riesgos quizá son menores que si ponemos dos toneladas de metal y las dejamos manejar a 120 kilómetros por hora”, dijo.
Los fabricantes de automóviles no se hacen de la vista gorda. Bill Ford, bisnieto del creador del Modelo T Henry Ford y ahora el presidente ejecutivo del gigante de los automóviles, dice que viajó a Barcelona esta semana para aclarar las preocupaciones que se tienen en cuanto a la seguridad.
“Ese es uno de los problemas que vamos a tener que trabajar mientras continuamos con el proceso y por eso estamos aquí para hablar con los proveedores de teléfonos móviles porque ellos ya están enfrentando muchos problemas de seguridad”, dijo. “Por ahora, estamos trabajando con la opción de opt-in (un permiso expreso del comprador para permitir que le manden mercancía, información o mensajes de parte de la compañía); puedes hacer opt-in con lo que te sientas cómodo”.
Añadió: “Tu automóvil puede saber dónde estás en cualquier momento y eso es maravilloso en cuestiones de seguridad, pero la desventaja de ese potencial es que alguien conocerá dónde estás cada segundo, y eso es algo con lo que vamos a tener que trabajar”.
No será fácil, dice Contos. Con vehículos que tardan hasta tres años en desarrollarse, los fabricantes luchan por mantenerse al corriente de las amenazas que van evolucionando rápidamente a menos que organicen actualizaciones de software.
En lugar de esto, dice, toda forma de tecnología instalada debe entrar en una “lista blanca” de actividades permitidas a partir de las cuales varios procedimientos están bloqueados.
Otra opción es, por supuesto, regresar a tener automóviles destartalados que sólo cuentan con tecnología de radio AM. Pero, Contos añadió que, este no es el camino que muchos automovilistas planean tomar.
“La gente no va a regresar a manejar el Modelo T ni tampoco a los teléfonos antiguos sólo porque existen riesgos en los smartphones”, dijo.