(CNN) — Los acuerdos para reanudar la ayuda alimentaria de parte de Estados Unidos fueron suspendidos luego de que Corea del Norte lanzara un cohete, acción que muchos interpretan como una pantalla para cubrir las pruebas de misiles balísticos.
Al parecer el reclamo de la comunidad internacional que condena el acto de provocación innecesario solo se acrecentará en los próximos días. “No ganan nada y sólo pueden esperar que se les aísle más si continúan”, señaló Susan Rice, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, en una entrevista efectuada a principios de esta semana en el programa John King, USA de CNN.
Estados Unidos y sus aliados han sido bastante claros en sus declaraciones respecto al lanzamiento. La pregunta es: ¿por qué Pyongyang prosiguió con él?Hay muchas teorías al respecto, sin embargo, muchos analistas que estudian al país asiático dicen que el régimen simplemente no tiene mucho que perder y por ende no necesita sopesar los pros y contras de su proceder.
“¿Cuánto más aislado podría estar?”, cuestionó James Acton del Fondo Carnegie para la Paz Internacional. Las Naciones Unidas han sancionado en múltiples ocasiones a Corea del Norte por sus actos de provocación pasados, y el principal benefactor económico y político del país, China, no parece tener la intención de apoyar esta vez las penalizaciones adicionales que el Consejo de Seguridad quiere imponer.
“Estados Unidos y sus aliados podrían aplicar unilateralmente ciertas sanciones financieras, sin embargo, estamos hablando de que Corea del Norte es, por mucho, el país más aislado de la Tierra”, señaló Acton. “En realidad nuestra capacidad para infligir un daño considerable a Corea del Norte no es tan grande”.
Corea del Norte había calculado cuidadosamente el momento del lanzamiento. Durante años, el país asiático ha planeado marcar al 2012 como el año en el que mostraría al mundo que se ha convertido en una nación próspera y poderosa. Kim Jong Il ordenó el lanzamiento del satélite para una fecha cercana al 15 de abril, en conmemoración del centenario de su padre y fundador del país, Kim Il Sung.
A raíz de la muerte de su padre en diciembre y de cara a la sucesión en el poder, los observadores de Corea del Norte señalan que Kim Jong Un no podía suspender el lanzamiento ya que podría ocasionar una fractura en el proceso de sucesión y exponer los defectos del sistema.
Victor Cha, analista del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales y autor del libro El Estado imposible: Corea del Norte, pasado y futuro, declaró que “Ya no es solo una prueba balística disfrazada, se ha vuelto parte de la identidad y la construcción de la nación”.
Según Cha, el lanzamiento es parte del proceso nacional de creación del mito alrededor del joven líder. La narrativa construida alrededor de su abuelo, Kim Il Sung, era la del padre fundador del “paraíso de los trabajadores”; la de Kim Jong Il fue la de desarrollador de un programa nuclear que complementaría la tecnología de sus misiles balísticos como medio de protección contra las fuerzas externas. Cha opinó respecto de Kim Jong Un que “necesitan construir un nuevo mito”. Parte de ese mito es “la noción de querer alcanzar nuevas alturas técnicas con tecnología local, sin depender de otros. Así que el espacio es la frontera a conquistar”.
Es muy probable que el lanzamiento también tenga su lado militar. Mientras que el Norte intenta legitimar ante la comunidad internacional el simple acto de poner en órbita un satélite, la tecnología para lanzar satélites y misiles balísticos es similar, y necesitan probar más a fondo su capacidad de defensa militar para seguir avanzando. Acton sentenció que “esto se trata de desarrollar un misil balístico de largo alcance capaz de llegar a Estado Unidos”.
Antes de abandonar el cargo, el exsecretario de Defensa, Robert Gates, expresó sus preocupaciones respecto de los objetivos militares de Corea del Norte. “Corea del Norte representa ahora una amenaza directa para Estado Unidos”, declaró en una entrevista para Newsweek. También expresó su preocupación por el futuro desarrollo de tecnología de misiles que será más difícil de anular. “Están desarrollando un ICBM (misil balístico intercontinental) móvil. Nunca hubiera creído que se atreverían a desarrollarlo antes de probar un ICBM estático”.
Acton señaló que “Corea del Norte requiere de pruebas (de misiles estáticos) para desarrollar su tecnología de misiles” que podrían ayudar al progreso de la tecnología de lanzamiento móvil.
Los legados de Iraq y Afganistán también podrían tener influencia en la forma de pensar del Norte. “No se trata sólo de política: es la vida misma del sistema y a la vez se trata de enviar un mensaje contundente al mundo”, señaló Cha. Durante su labor como especialista en Corea en el consejo de Seguridad Nacional durante la administración de George W. Bush, Cha señaló que sus interlocutores norcoreanos les revelaron que la gran acumulación militar era en gran parte producto de las observaciones sobre la experiencia de Iraq y Afganistán, que de haber tenido armas nucleares nunca habrían sido atacados.
Cha señaló que para Corea del Norte, es poco el precio a pagar por proseguir con la campaña de desarrollo militar con el fin de evitar un ataque futuro de Estados Unidos. “Perderán un poco de ayuda (alimentaria), pero para ellos, a final de cuentas les conviene”.
Mike Chinoy, asociado en jefe en el Instituto Estados Unidos-China de la Universidad del Sur de California y autor del libro Colapso: La verdadera historia de la crisis nuclear de Corea del Norte, dijo: “con los norcoreanos siempre se trata de conjeturas”. Chinoy, quien ha viajado varias veces a Corea del Norte como corresponsal de CNN, dijo que las acciones son más que festejos de aniversario y el desarrollo de las capacidades de defensa. Corea del Sur, vecino y enemigo mortal del Norte, también es un factor importante. “Hay un poco de competencia entre el Norte y el Sur”, dijo a CNN.
Corea del Sur ha tratado por décadas de poner un satélite en órbita sin lograrlo. “Si el Norte logra poner lo que sea que están desarrollando a bordo del cohete y ponerlo en órbita podrán declarar el triunfo sobre el Sur”.
Muchos de los analistas que estudian a Corea del Norte reconocen un patrón en la provocación de Corea del Norte seguida por la condena internacional y un periodo de aislamiento de la comunidad internacional. Ya se trate de un satélite, una prueba de misiles balísticos o ambas, el régimen parece estar seguro de su capacidad para superar los obstáculos una vez más.
Chinoy señaló que el que Corea del Norte haya invitado a un gran contingente de medios de comunicación a visitar el sitio del lanzamiento para cubrir el evento es un indicador de que el nuevo régimen confía en su poder y su capacidad de controlar los sucesos. “He estado aquí el tiempo suficiente para saber que a la menor muestra de nerviosismo la oportunidad se escapará”.