(CNN) — Cuando la exhibición del Entreprise se abra en el Museo Intrépido del Mar, Aire y Espacio en Nueva York, los fanáticos de Star Trek estarán en las primeras filas para ver el histórico transbordador espacial.
Los trekkies (fanáticos de esas series de televisión y películas) comparten un lazo especial con el prototipo de la primera nave espacial piloteada de la NASA. El Enterprise obtuvo su nombre, en parte, gracias a sus esfuerzos.
Esta nave espacial originalmente se llamaría Constitution. Pero en 1976, el entonces presidente de Estados Unidos, Gerald Ford, recibió decenas de miles de cartas de fanáticos de Star Trek, quienes veían a la nave como la realización de sus sueños. Ellos querían que le cambiara el nombre a Enterprise.
“De repente, lo que estábamos viendo en televisión, cada semana, cada noche en Star Trek, se estaba volviendo realidad”, dijo Frank Gruber, cuyo hogar es un santuario de la saga. Varios modelos de la nave Enterprise y otras naves ficticias de programas de televisión y películas cuelgan del techo. Las paredes están cubiertas de fotografías de él posando con miembros del elenco de Star Trek.
Cuando tenía 10 años, escribió un carta llena de pasión al entonces presidente. “Recuerdo dirigirla a la Casa Blanca y muy, muy cuidadosamente, imprimirla en letra de molde”, dijo Gruber. En ella argumentó que la nave debía ser renombrada Enterprise porque Star Trek representaba una “esperanza para un futuro positivo en el que tendríamos paz”.
Ford terminó renombrando la primera nave espacial en honor a la de la serie de televisión, que sólo estuvo al aire tres años. De repente, un montón de actores de Hollywood se encontraban en el reino de los astronautas y los científicos del espacio.
“Era asombroso lo que habían logrado”, dijo George Takei, quien interpretó al Teniente Sulu en Star Trek. “El número de cartas que llegaban a la Casa Blanca era de proporciones gigantescas”.
En 1976, Takei se encontró con sus compañeros del elenco en el centro del escenario cuando el Enterprise fue develado en público en California. “Tenían a la Fuerza Aérea allí. Y comenzaron a tocar el tema de Star Trek”, dijo Takei. “Salió esta nave resplandeciente con la palabra Entreprise pintada en su costado. Fue un recuerdo que todavía aprecio hoy en día”.
Takei aprendió ese día que Star Trek inspiró a una generación entera de aficionados a la ciencia ficción para involucrarse con la exploración espacial. La ingeniera de la NASA, Candy Torres, estaba entre ellos. “Fui a convenciones en la ciudad de Nueva York y tenía todos los disfraces y todas esas fotografías… y no me avergüenzo de esto”.
Torres trabajó en software para la nave espacial en el Centro Johnson del Espacio de la NASA en Houston, en Estados Unidos. Dijo que Star Trek avivó su interés en la exploración espacial. “Sí, quería sentir la emoción de viajar en el espacio y todo eso, pero la imagen de Star Trek de personas trabajando juntas también fue muy importante para mí”.
La nave Enterprise tiene más que sólo un nombre en común con la nave ficticia. En realidad nunca fue al espacio. La primera nave espacial fue construida sin motores o protección contra el calor y sirvió como plataforma de prueba.
“Es un vehículo llamado Enterprise que esencialmente, para todos los efectos, es un modelo. Y todas las naves que amamos y que esencialmente se llaman Enterprise son modelos”, dijo Gruber. “En cierto modo, es casi como una extensión del Enterprise que hemos amado durante todos estos años por esa razón”.
Cuando Gruber visite la nave espacial Enterprise escuchará la canción de Star Trek tocando en su cabeza y las palabras que hizo famosas el actor William Shatner: “Para llegar a donde ningún hombre ha llegado jamás”. En ese momento, tendrá 10 años de nuevo.