(CNN) — El republicano de mayor rango en el Comité de Supervisión Interna, de la Cámara de Representantes estadounidense, está promoviendo que el secretario de Justicia de ese país, Eric Holder, sea acusado de desacato al Congreso por no cooperar con la investigación de la operación Rápido y furioso.
El representante Darrell Issa, republicano por California, envió un memorándum de 17 páginas y un proyecto de resolución a los miembros de su comité este jueves.
En él delínea el “rechazo” del Departamento de Justicia de cumplir con las solicitudes del panel para obtener información sobre el operativo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos que pretendía rastrear armas compradas ilegalmente para perseguir a los integrantes de los cárteles de droga mexicanos.
Issa indicó que el comité podría votar la medida en un próximo período de sesiones, lo que podría generar un clima de mayor confrontación entre los republicanos y la administración Obama.
El Departamento de Justicia rechazó con firmeza conocer públicamente el documento de la comisión. Un alto funcionario cuestionó la afirmación de que Holder no ha cumplido con las peticiones del Comité de la Cámara sobre Investigaciones y Reforma Gubernamental.
“El departamento continúa cumpliendo con las solicitudes de información del Comité. Queremos hacer notar que el fiscal general ha declarado sobre esto nada menos que siete veces en el último año y medio. Hemos enviado a muchos funcionarios para las audiencias, entrevistas, y reuniones de información, y miles de los documentos “, dijo el funcionario a CNN.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, es un miembro del círculo íntimo de asesores del titular.
Cuando se filtró la semana pasada que Issa estaba trabajando en esa resolución, el representante demócrata Elijah Cummings envió al presidente una carta acusándolo de presionar el tema con fines políticos.
“Acusar a alguien en desacato al Congreso es una de las acciones más serias y formales que nuestro comité puede tomar, y no debe ser utilizado como una herramienta política para generar prensa como parte de una cacería de brujas en un año electoral en contra de la administración de Obama”, escribió Cummings.
Si el Comité de Supervisión aprueba una resolución de desacato podría ir al pleno de la Cámara de Representantes para su votación total.
La nota del comité acusa al Departamento de Justicia de “conducta imprudente”, y señala que lo ha presionado en busca de respuestas desde hace más de un año sobre el funcionamiento de Rápido y furioso y cómo se relacionaba con la muerte del agente de control fronterizo Brian Terry en 2010.
Terry recibió un disparo de un inmigrante ilegal cerca de la frontera de Arizona. Dos fusiles AK-47 recuperados en la escena se identificaron en una base de datos de las armas adquiridas por un comprador que las llevó en contrabando a México. Cientos de armas se habían perdido en la operación.
El comité ha presionando para obtener los documentos que arrojan luz sobre por qué el Departamento de Justicia primero negó y luego reconoció el operativo. También se quiere obtener más información sobre el conocimiento que tenían altos funcionarios del Departamento de Justicia sobre la operación, por qué se aprobó, así como las fallas que hubo.
La controversia sobre la operación ha llevado a algunos miembros del Partido Republicano en el Capitolio a pedir la dimisión del titular, y más de 100 republicanos de la Cámara firmaron una resolución de “no confianza” contra el fiscal general, un gesto simbólico que es menos grave que el proyecto resolutivo de Issa.