(CNN) – Una mujer de 24 años que lucha contra una bacteria carnívora tiene que oír varias veces -cada vez que se despierta en el hospital- lo que ha sucedido, dijeron sus padres a CNN el lunes.
El medicamento que está recibiendo Aimee Copeland la lleva a olvidar cada vez que se queda dormida.
“Le da mucho miedo a ella,” dijo su madre, Donna Copeland. Ella se pregunta dónde está y “no entiende”.
Sin embargo, Aimee Copeland -que ha perdido una pierna y parte de su abdomen por la virulenta bacteria y puede perder más, incluyendo los dedos - mantiene el ánimo fuerte, dijo su padre.
“Realmente no vemos el lado del sufrimiento en ella. Vemos la supervivencia milagrosa”, dijo Andy Copeland. “Creo que esa es la historia que nos ha inspirado, esa es la historia que ha inspirado, yo creo, a la nación en este momento”.
En Facebook, Andy escribió que los médicos han utilizado palabras como “sorprendente”, “confuso” y “alucinante” para describir la recuperación de la joven.
La estudiante de maestría en psicología en la Universidad de West Georgia salió con amigos el 1 de mayo cerca del río Little Tallapoosa, unos 80 kilómetros al oeste de Atlanta, donde ella deslizó por una polea suspendida por cables de fabricación casera que se rompió.
El accidente la dejó con una herida en la pantorrilla izquierda que tomó 22 grapas para cerrar.
Tres días más tarde, cuando el dolor continúo un amigo la llevó a una sala de urgencias donde le diagnosticaron fascitis necrotizante y fue trasladada a Augusta para la cirugía.
La fascitis necrotizante es una infección aguda que se extiende por el tejido celular subcutáneo y la fascia, produciendo una rápida necrosis tisular, con grave afección del estado general.
Ella había contraído la bactería devoradora Aeromonas hydrophila. La bacteria es “muy común en el agua y en el medio ambiente”, según el doctor Buddy Creech, un profesor asistente de enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad Vanderbilt.
“Cuando se entra en los tejidos más profundos, tiene una notable capacidad para destruir los tejidos que la rodean en una especie de caza para nutrirse”, dijo. “Cuando hace eso, los tejidos mueren y se ve una inflamación, hinchazón y destrucción que puede ser muy difícil de controlar”.
En la mayoría de los casos, las personas contraen la bacteria por la ingestión de ellos dando lugar a la diarrea. El caso de Aimee Copeland es mucho más raro. Su herida se infectó, “y la infección se torno salvaje”, dijo Creech.
En un blog creado por el departamento de psicología de la Universidad de West Georgia, se publicó que Aimee Copeland va a sufrir la pérdida de sus dedos.
“Sin embargo, los médicos tienen la esperanza de devolver la vida a las palmas de las manos, lo que podía permitirle el control de los músculos mediante prótesis. Ellos están a la espera de un momento seguro, antes de embarcarse en la cirugía para esto”.
En declaraciones a la CNN el lunes, su padre dijo que los médicos la estaban evaluando “día a día, e incluso hora a hora”.
Copeland le dijo a su hija que un día la familia celebrará el Día de Aimee -cuando ella sea capaz de respirar por sí misma. “Vamos a celebrar ese día para siempre por el resto de tu vida”, le dijo.