Por Guy Azriel
(CNN) — El viceprimer ministro de Israel dijo este martes que su país tiene la capacidad de desarrollar software malicioso para atacar sistemas computacionales sofisticados, pero no confirmó si su país tuvo alguna participación en el código malicioso recientemente descubierto, Flame, que ha infectado computadoras de la región y que al parecer tiene a Irán como principal objetivo.
El ministro de Asuntos Estratégicos, Moshe Yaalon, dijo en una declaración a la radio del Ejército de su país que “Israel tiene la bendición de ser una nación que posee tecnología superior. En ese aspecto, nuestros logros nos han abierto toda clase de oportunidades”.
“Quienquiera que vea a Irán como una amenaza seria, no solo para Israel, sino para todo el mundo occidental liderado por Estados Unidos, probablemente hará uso de todos los medios posibles, incluido este, para hacerles daño”, dijo Yaalon, exjefe de personal de las Fuerzas Armadas israelíes, cuando se le preguntó acerca de la participación de Israel en esta aparente guerra cibernética.
Yitzhak Ben Yisrael, jefe del Consejo Nacional Israelí para la Investigación y Desarrollo y exgeneral de la milicia israelí que participaba en el desarrollo de armas, dijo a CNN que él no cree que Israel esté involucrado en la creación del software malicioso Flame.
“El informe tiene mucho para sugerir que Israel no tiene relación con la infección causada por Flame”, dijo Ben Yisrael. “El lenguaje de programación y los algoritmos son diferentes a aquellos presentes en ataques que previamente han sufrido las computadoras iraníes. Cualquiera interesado en la inteligencia de Medio Oriente podría estar involucrado en esto”.
Ben Yisrael destacó que el propio Israel es una víctima de un número enorme de virus de computadoras. Las cifras colocan a este país en segundo lugar después de Irán en términos de infección, pero eso no significa que el país esté detrás de este virus, según el exgeneral.
“(Flame) recopila inteligencia, no solamente archivos, sino también sonido de micrófonos, llamadas de Skype y escritura en el teclado. Guarda esta información y la envía a docenas de servidores alrededor del mundo. Este tipo de ciberguerra tiene el problema de atribución, ya que es imposible rastrear la fuente de la infección”, precisó.