(CNN) — Aunque está atado a una camilla y bajo control, Freddy Sharp está cantando, haciendo caras y retorciéndose.
“¿Sabes dónde estás?”, le pregunta un paramédico, pero Sharp no puede responder. Él estaba, como explicó después, en su propio mundo después de una sobredosis de drogas sintéticas conocidas como sales de baño.
“Nunca había experimentado algo como eso”, dijo Sharp a Don Lemon de CNN. “Realmente me asustó mucho”.
Dijo que estaba alucinando sobre estar en un hospital psiquiátrico y ser poseído por Jason Voorhees, el personaje de las películas de Viernes 13.
“Sentí todo tipo de locura”, dijo Sharp, de Tennessee, Estados Unidos, quien ahora tiene 27 años, y dice que no ha usado sales de baño en meses.
“Se sintió tan mal, se sintió como lo más oscuro y malvado que puedes imaginar”.
La droga encabezó los titulares nacionales recientemente después de un horrible crimen en Miami, donde un “canibal” se comió la cara de un vagabundo en lo que fue llamado un ataque parecido al de un zombie.
Un video capturado por cámaras de vigilancia muestran un ataque de 18 minutos, que terminó cuando la policía disparó y mató al hombre identificado como Rudy Eugene, de 31 años.
El video muestra a un hombre caminando en la banqueta y deteniéndose en un área sombreada creada por el puente del tranvía. Aparentemente ataca a la víctima, arrastrándola fuera de la sombra, quitándole la ropa y golpeándola mientras la víctima patea sus piernas en un aparente intento de defenderse. Luego pasa varios minutos en cuclillas sobre ella.
“El hombre sólo seguía comiendo al otro hombre, como rasgando su piel”, dijo el testigo Larry Vega a WSVN, filial de CNN.
La policía dijo a la filial de CNN, WPLG, que cuando los oficiales llegaron y le dijeron que se detuviera, el hombre gruñó como un animal y continuó comiendo el rostro de la víctima.
Las autoridades dijeron que sospechan que el atacante estaba bajo la influencia de sales de baño. La víctima se encuentra en estado crítico en un hospital de Miami.
No son las mismas sustancias utilizadas para perfumar tu tina, las sales de baño contienen químicos como los de las anfetaminas, como la metilendioxipirovalerona (MDPV) y son vendidas como “sustitutos de cocaína” o “LSD sintético”. Sus efectos incluyen paranoia, alucinaciones, convulsiones y episodios psicóticos.
“Esta es una droga terrible porque toma una combinación de la metanfetamina, la paranoia y agresividad, el LSD, las alucinaciones, la fenciclidina, y la paranoia extrema que obtienes, todo combinándose en una sola cosa, y tiene efectos impredecibles en el comportamiento humano”, dijo Paul Adams, un médico de emergencias en Miami a CNN.
La droga sigue siendo legal en algunos estados, aunque muchos otros han tomado acciones para prohibir las sustancias.
Pero a veces, cuando un químico utilizado en las sales de baño es prohibido, es sustituido con otro químico para eludir la ley, dijo la abogada, Alex Manning.
“Las personas están haciendo esta cosa con varios productos domésticos, cosas que están en sus cocinas”, dijo.
Pueden necesitarse “cinco o seis hombres adultos” para frenar a un consumidor de sales de baño. “Es como PCP en crack”.
Y los casos están aumentando, dijo Adams.
El año pasado la policía en Panama City, Florida, Estados Unidos, dijo que habían visto dos incidentes violentos vinculados al uso de las sales de baño. En uno, una mujer presuntamente trató de decapitar a su madre de 71 años; en el segundo, un hombre bajo la influencia de sales de baño usó sus dientes para romper el asiento trasero de una patrulla.
Sharp dijo que nunca sintió la necesidad de “comer la carne de alguien” mientras estaba bajo la influencia de sales de baño, pero señaló que “te sientes como si fueras de tres metros y a prueba de balas, y realmente no sientes ningún dolor”.
Dijo que sólo “se puso paranoico”.
Pero dijo que su sobredosis fue un momento crucial, describiéndola como “miedo, oscuridad. Se sentía como si la muerte inminente viniera por mí… se sentía como si estuviera a punto de reventar y fuera a lastimar a alguien”.
Recordó tratar de calmarse sin tener éxito. “Sentía como si hubiera perdido el control, cualquier cosa podría pasar”, dijo.
La experiencia, dijo, fue la peor de su vida. Y dejar la droga también es difícil Además de la retracción, “cada vez que sale de ti, puedes olerla en tu cabello. Es tan desagradable”. Describió el olor como “sucio, desagradable, desaliñado, un olor parecido al de un químico”.
Cuando se le preguntó qué le diría a otros consumidores, Sharp dijo, “lo único que puedo decirles es que si valoran su vida, se detendrán y no lo harán nunca más, porque destruirá sus vidas. Destruirá a sus familias. Destruirá todo”.
Brad Lendon, Deb Feyerick y Ann Curley contribuyeron con este reporte