(CNN) — La más reciente táctica de la industria aeronáutica para aumentar ingresos (cobrar extra por los asientos de pasillo y junto a la ventana) está dificultando que los grupos viajen juntos, dicen los defensores de los pasajeros.
George Hobica, fundador del sitio de viajes AirfareWatchdog, dijo que su organización recibió una avalancha de quejas de los estadounidenses que han tenido problemas para sentarse juntos en los vuelos. Los quejosos incluyen a una mujer que no pudo sentarse junto a esposo, quien tiene una condición médica.
Dijo que los problemas surgieron cuando las aerolíneas apartaron los deseables asientos de pasillo y ventana para los pasajeros que pagan cuotas premium, y dejaron a los que no pagan más en asientos del centro, separados de los otros miembros de su grupo, a menos de que paguen el recargo.
“Las aerolíneas básicamente están intentando exprimir más cuotas en vista de los cada vez más altos costos que enfrentan, y eso es inconveniente para muchos pasajeros”, dijo Hobica.
Los cargos por asientos de ventana y pasillo en la mitad delantera del avión, cuestan hasta 29 dólares (por viaje sencillo) en vuelos nacionales de Estados Unidos, y 59 dólares en vuelos internacionales. Estas son las más recientes cuotas de una serie implementada en los últimos años, mientras la industria de las aerolíneas busca nuevos flujos de ingresos.
Esta cuestión ha surgido en Estados Unidos, donde Delta, American Airlines, y las líneas de bajo costo, US Airways, Frontier, Spirit and Allegiant han implementado cargos por “asiento preferencial”. La vocera de Delta, Katie Hulme, dijo que el movimiento reflejó el hecho de que algunos asientos eran más deseables que otros, porque estos les dan a los pasajeros mayor flexibilidad y opciones.
“Ofrecer asientos preferenciales a la venta a todos los pasajeros de Delta significa que estamos ofreciendo diferentes opciones de selección de asiento para permitir a más pasajeros viajar en los asientos de su elección”, dijo.
La noción de pagar extra por un lugar más deseable se está esparciendo en la industria. En Europa, la aerolínea de bajo costo Ryanair implementó las reservaciones para cierto tipo de asientos en todas sus rutas este enero, mientras que su rival Easyjet también está experimentando con la práctica.
La implementación de estas cuotas es parte de una tendencia más amplia de cobrar por amenidades que estaban incluidas previamente en la tarifa estándar, como películas, agua, almohadas y mantas.
En respuesta al aumento de precio del combustible hace cuatros años, las aerolíneas empezar a introducir cargos por registrar equipaje complementario, generando grandes sumas. Pero el ingreso por equipajes registrados en las aerolíneas de Estados Unidos cayó por primera vez del año pasado, sugiriendo que los pasajeros intentan evitar las cuotas al empacar menos al viajar.
Dos aerolíneas estadounidenses, Spirit y Allegiant, también cobran a los pasajeros por su equipaje de mano.
Hobica dijo que una de las razones fue para poder “atender mejor a las personas que pagaron más por sus asientos”.
Kate Hanni, de la organización de derechos del pasajero FlyersRights, dijo que los recargos por el pasillo y la ventana hacen que viajar en avión sea aún más difícil para las familias.
“Las familias ya han estado pasando un mal rato, así que ésta es sólo la cereza del pastel”, dijo. “¿Puedes imaginarte estar en un avión y no estar sentado junto a tu hijo de 3 años?”.
Aunque el personal de taquilla intenta sentar a las familias juntas, quitar los asientos de ventana y pasillo como opciones está haciéndolo imposible, dijo Hanni.
“La previsibilidad del viaje en avión se ha esfumado. Esta es una capa más donde las personas no podrán predecir lo que sucederá; es un riesgo”, dijo.
“Están reservando los asientos junto a la ventana y el pasillo para ponerles precios más altos y, confía en mí, esto es sólo un arrebatos por generar ingresos”.
Hobica dijo que aunque la nueva estructura de precios está causando problemas, puede entender la lógica detrás. “Cuando compras un boleto para un show de Broadway, pagas más por un mejor lugar”, dijo. “Si los pasajeros estuvieran dispuestos a pagar tarifas más altas desde el principio”, dijo, estos problemas podrían evitarse.
Hulme dice que el número de filas en las que los asientos de ventana y pasillo están siendo apartados como “asientos preferenciales” varía de avión a avión, pero no es extensivo a todo el aeroplano. Muchos de los que viajan en grupo son turistas que reservan sus tarifas con anticipación, y deben encontrar menos dificultadas en estar sentados juntos, dijo.