Por Ivan Watson y Holly Yan
En el norte de Siria (CNN) — Sin dejarse intimidar por una ola de bajas, los rebeldes sirios afirmaron que no darán marcha atrás en su intento por apoderarse de Aleppo, el centro comercial del país y una ciudad crucial en la guerra civil de Siria.
Después de seis días de combate, la batalla de altibajos con las fuerzas gubernamentales continuó este jueves, helicópteros artillados sobrevolaron la ciudad, reportó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo opositor. Por lo menos un combatiente rebelde murió, agregó el grupo.
En la sede del poder del presidente Bachar al Asad, también se registraron nuevos brotes de violencia este jueves, al registrarse varias explosiones en varios barrios de Damasco, según otro grupo de la oposición.
Las fuerzas del régimen y los rebeldes se enfrentaron en varios barrios de Damasco, y el campamento de refugiados palestinos de Yarmouk sufrió “un feroz bombardeo de helicópteros con ametralladoras”, afirmó el grupo Comités Locales de Coordinación de Siria.
En la última semana, la guerra civil siria ha llegado a las dos ciudades más grandes de Siria, Aleppo y Damasco.
Este miércoles, combatientes de la oposición quemaron una estación de policía y capturaron a fuerzas que apoyan al régimen, afirmaron los rebeldes.
Las milicias rebeldes se componen en gran parte de soldados que desertaron del Ejército sirio. Pero también hay muchos civiles, entre ellos estudiantes, comerciantes, agentes de bienes raíces e incluso miembros del partido gobernante Ba’ath. Todos tratan de poner fin a cuatro décadas de gobierno de la familia al Asad.
Un clérigo suní en el pueblo de Injara, a unos 10 kilómetros al oeste de Aleppo, mostró a CNN cráteres y agujeros en por lo menos seis casas, el resultado de lo que él y los residentes dijeron fueron cohetes y artillería lanzada desde una base del Ejército sirio que era visible a unos tres kilómetros.
“Ellos nos atacan cada noche”, dijo Bukhro.
Otros residentes lamentaron que no han tenido electricidad ni agua corriente en más de un mes. Algunos hombres dijeron que enviaron a sus familias a los campamentos de refugiados en Turquía, donde más de 40,000 sirios han buscado ayuda.
El embajador británico ante las Naciones Unidas dijo que reportes del uso de aviones de combate en Aleppo son especialmente preocupantes.
“El diario The Washington Post informa ahora de ataques de aviones de combate del régimen en Aleppo, lo que marca sin duda una peligrosa escalada y subraya que no hay límites y que el régimen de al Asad que no pierde la equivocada esperanza de que se puede resistir a la voluntad de su pueblo y mantenerse en el poder”, dijo el embajador británico Mark Lyall Grant al Consejo de Seguridad de la ONU este miércoles.
En toda Siria, por lo menos 129 personas, entre ellas 10 niños, murieron este miércoles, según la oposición. Entre los muertos había 22 en Aleppo y 27 en los alrededores de Damasco.
Después de 16 meses de caos, más funcionarios de régimen de al Asad renunciaron.
El opositor Consejo Nacional de Siria afirmó este miércoles que dos diplomáticos sirios de alto nivel fueron los últimos en desertar. Uno es el embajador sirio ante los Emiratos Árabes Unidos, Abdullatif Al Dabbagh, dijo George Sabra, portavoz del consejo.
También desertó la esposa de Al Dabbagh, Lamia Al Hariri, quien también era enviada de Siria a Chipre. Ella viajó a Qatar, según Najy Tayyarah, miembro del consejo. Al Hariri es también la sobrina del vicepresidente sirio, Farouq Al Sharea.
Pero este jueves, un funcionario sirio minimizó los informes de las recientes deserciones.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Jihad Makdissi, dijo que Dabbagh “fue llamado a Damasco para consultas con el ministro y ha estado fuera de servicio desde el 4 de junio”.
Además, dijo Makidssi, Al Hariri nunca ha sido embajador de Siria. “Ella es una diplomática que tuvo la tarea de gestión de asuntos en nombre de la Embajada como encargada de negocios en espera de la designación de un embajador”.
La crisis siria comenzó en marzo de 2011, cuando una feroz represión del gobierno contra los manifestantes pacíficos se transformó en un levantamiento nacional en contra del régimen.
La oposición afirma que 16,000 personas han muerto en el conflicto. El secretario general de la ONU dijo esta semana que casi 17,000 personas han muerto.
Ivan Watson reportó desde el norte de Siria; Holly Yan reportó desde Atlanta. Salma Abdelaziz, Yousef Rafayah y Richard Roth también a con este reporte.