CNNE 94a75891 - jeringas

(CNN) — Los hospitales de al menos ocho estados de Estados Unidos quieren saber cuántos cientos o miles de pacientes entraron en contacto con un técnico de laboratorio acusado de esparcir hepatitis C.

El hombre, David Kwiatkowski, tiene la enfermedad, la cual se transmite a través de sangre contaminada, la mayoría de las veces al compartir jeringas.

Las autoridades dicen que el originario de Michigan se inyectaba con analgésicos destinados a los pacientes cuando trabajaba en el hospital Exeter y dejaba las agujas para su reutilización.

El hombre fue arrestado este mes en New Hampshire por estar relacionado con la propagación de la enfermedad en el hospital Exeter y se le imputaron cargos por obtener sustancias controladas a través del fraude y alteración de un producto del consumidor, según una declaración archivada en la corte federal. Además, es sospechoso de robar Fentanyl, un poderoso analgésico que es sustancialmente más potente que la morfina, agrega la declaración.

Unos 30 pacientes de Exeter fueron diagnosticados con la misma cepa de hepatitis C que Kwiatkowski. Ahora, las autoridades investigan que la epidemia no se haya esparcido más allá de Nueva Inglaterra.

Kwiatkowski, de 33 años, trabajó como técnico médico con contratos base para hospitales de Arizona, Georgia, Kansas, Maryland, Michigan y Nueva York en los últimos cinco años. Los hospitales y las autoridades de la salud de esos estados lo confirmaron. El fiscal de New Hampshire afirma que también trabajó en Pensilvania.

Las autoridades piden a los pacientes que pudieron haber estado en contacto con este hombre se realicen las pruebas para detectar la enfermedad.

Kwiatkowski dijo a las autoridades que descubrió que tenía hepatitis C en mayo de 2012, pero las investigaciones posteriores revelaron que resultó positivo en junio de 2010 en una prueba.

La hepatitis C es considerada una de los virus de hepatitis más serios. Típicamente es asintomático y no es detectado hasta que hay un daño en el hígado.

El departamento de salud de New Hampshire ha pedido que se realicen las pruebas a todo aquel que haya sido atendido en los quirófanos y cuidado intensivo en Exeter entre el 1 de abril de 2011 y el 25 de mayo de este año.

Son las dos áreas que Kwiatkowski visitó durante sus “trabajos de rutina para transportar pacientes, pero no estaba involucrado en procedimientos o cuidado del paciente”, informó el hospital Exeter en un comunicado.

El hospital informó que “hay una posibilidad extremadamente pequeña de que alguien fuera de la Unidad de Cateterismo Cardíaco sea diagnosticado con la misma cepa de hepatitis C que está genéticamente ligado a Kwiatkowski”.

El hospital se ofreció a realizar las pruebas incluso a quienes no hayan sido atendidos ahí en lo que se aclara la investigación.

Según las investigaciones, las autoridades han confirmado que Kwiatkowski trabajó como técnico en radiología y cateterismo cardíaco en los siguientes lugares:

  • Hospital Oakwood en Trenton, Michigan, de enero a septiembre de 2007
  • Hospital Saint Francis en Poughkeepsie, Nueva York, de noviembre de 2007 a febrero de 2008
  • Centro Médico para Veteranos en Baltimore, de mayo de 2008 a noviembre de 2008
  • Hospital Southern Maryland en Clinton, Maryland, de diciembre de 2008 a febrero de 2009
  • Hospital Johns Hopkins, Baltimore, de julio de 2009 a enero de 2010
  • Hospital General de Maryland en Hays, Kansas, de enero de 2010 a marzo de 2010
  • Centro Médico Hays, Kansas, de mayo de 2010 a septiembre de 2010
  • Centro Médico Houston en Warner Robins, Georgia, de octubre de 2010 a marzo de 2011

Las autoridades también investigan si trabajó en el condado de Maricopa, en Arizona.

El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos ha ofrecido ayuda a los estados para enfrentar la investigación, mientras que varias instituciones se han encargado de revisar los casos potenciales en los que los pacientes pudieran haber tenido contacto con Kwiatkowski.

Kwiatkowski fue arrestado a principios de este mes en un hospital de Massachusetts donde había sido tratado. Está detenido en el condado de Strafford, New Hampshire y en caso de ser encontrado culpable enfrentaría una pena de 20 años de prisión.

Jennifer Bixler y John Bonifield contribuyeron con este reporte