La cantante Chavela Vargas falleció en México.

Por Krupskaia Alís, CNN

(CNNEspañol.com) – La cantante mexicana Chavela Vargas falleció en un hospital de Cuernavaca por un paro respiratorio. Vargas, nacida en Costa Rica, había sido hospitalizada el domingo pasado.

Según su amiga María Cortina, antes de morir, la cantante dijo: “Me voy con México en el corazón”.

En la cuenta oficial de Twitter de Vargas se publicó a la 1:22 p.m. (hora México) : 

La vida de un símbolo latinoamericano

Nacida en Costa Rica el 17 de abril de 1919, Isabel Vargas Lizano, reconoció en varias entrevistas que no tuvo una infancia feliz. Abandonada por sus padres y a la deriva, muy joven, dejó su casa y su país, para viajar al que terminaría siendo el México de sus amores.

“México tiene magia y yo busqué la magia y la encontré y eso es maravilloso … No nací aquí pero lo amo. Es el país más bello del mundo”, así lo dijo en el programa Aristegui de CNN, el 22 de abril de 2009.

Durante sus primeros años en México, trabajó en distintos oficios, hasta llegar a convertirse en lo que siempre quiso ser, una cantante.

Con su voz fuerte y desgarrada, recorrió el territorio de la música ranchera, acompañada durante mucho tiempo con otro de los grandes de la canción mexicana, su amigo José Alfredo Jiménez.

“José Alfredo llena la mitad de mi vida, que poeta … Yo amaba en José Alfredo su ternura, era un hombre borracho, como yo. En aquel tiempo éramos borrachos todos”

A su cuenta, Chavela reconoció que durante esa época se tomó “cuarenta y cinco mil litros de tequila”.

Una adicción, por 20 años, que como ella mismo reconoció la llevó a la quiebra y al olvido, de sí misma y de los otros. Así fue hasta los años 90, cuando el cineasta español, Pedro Almodóvar, la escuchó cantar en un bar de la ciudad de México y la invitó a participar en dos de sus películas: “La flor de mi secreto” y “Carne Trémula”.

Ese fue el punto de partida, no sólo de una entrañable y profunda amistad con el cineasta y con España, sino la forma en que el destino le cambió el rumbo y le puso, esa oportunidad, para empezar y enamorar de nuevo a su público.“llegué una tarde perdida en la vida, llegué a España … recogí las cosas buenas que he dado, las agarré todas, me las traje.”

Durante su larga carrera, Chavela Vargas recibió numerosos reconocimientos, desde la Gran Cruz de Isabel la Católica, un Grammy Latino en 2007, medallas al mérito por la Universidad Complutense de Madrid y la de Alcalá de Henares y fue nombrada Huésped de Honor de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina y Ciudadana Distinguida de la Ciudad de México.

Chavela Vargas siempre dijo que no le temía a la muerte.

“Yo no le tengo miedo, me parece un lugar maravilloso, dejar ésta vestidura que traigo, dejar todo esto, para pasar a una cosa maravillosa que es la muerte, pero con alegría, no con angustia”.

Así de clara y de frente siempre. Esa fue Chavela Vargas, quien como dijo el escritor Carlos Monsiváis, “supo vivir como le dio la gana, en una época en la que a nadie sabía darle la gana”.