(CNN) — El legislador Paul Ryan, de Wisconsin, elegido por Mitt Romney como compañero de fórmula presidencial para las elecciones de noviembre es considerado como una de las figuras en ascenso del Partido Republicano, así como un líder en temas fiscales y presupuestarios.
El presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes fue elegido miembro del Congreso por primera vez a los 28 años. Luego colaboró en el lanzamiento del programa Young Guns para reclutar candidatos en distritos donde había perdido su partido.
Ahora con 42 años, Ryan es el arquitecto de la propuesta del presupuesto que presentó el Partido Republicano al Congreso, calificada por los demócratas como un ataque contra los pobres y defendida por los republicanos como un intento por salvar el sistema de salud Medicare y controlar el gasto.
Ryan fue presentado como el compañero de fórmula del virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney.
“Es una decisión (de Romney) de hace unos meses, no es mi decisión. Entonces, ¿por qué debería emplear mi tiempo en pensarlo? Si alguna vez tengo que cruzar ese puente, entonces lo pensaré. No es ahora el momento de pensar en esto”, dijo Ryan al Wall Street Journal en abril.
Oriundo de Janesville, Wisconsin, Ryan se graduó en Ciencias Políticas y Economía por la Universidad de Miami en Ohio, en 1992. Creció en el seno de una familia católica y trabajó en una empresa de construcción familiar antes de entrar a la política. Se sabe que es un ávido cazador y un fanático del ejercicio.
Frecuentemente se ha opuesto a la “lucha de clases” del presidente Barack Obama y es un fuerte crítico de la reforma al sistema de salud.
“Si nos apoyan votando a más representantes para solucionar este problema, lo habremos resuelto en 2013”, dijo Ryan en una entrevista con CNBC.
Ya que proviene de Wisconsin, un importante campo de batalla, la juventud de Ryan podría atraer a un grupo dentro del cual el presidente goza de ventajas.
Ryan es considerado como un imán de conflictos y su presencia como candidato del Partido Republicano cambiará fundamentalmente el rumbo de la carrera electoral de este año.
“Sería una apuesta audaz”, dijo recientemente David Gergen, analista senior de CNN, sobre la posible fórmula Romney-Ryan. “Sería una decisión arriesgada”.
También hay aspectos positivos.
Posiblemente Ryan inyecte energía a la base del Partido Republicano, a menudo dudosa sobre Romney, y agregue vigor de juventud a la carrera electoral con sus debates enérgicos y sus métodos de campaña.
Durante meses, Romney ha intentado formular su carrera electoral como un referéndum del primer periodo presidencial de Obama, especialmente en lo referente a la economía del país.
La suma de Ryan podría significar que no tendrán escape a las críticas por parte de los demócratas que argumentan que la fórmula republicana “terminaría con el Medicare que hoy conocemos”, como dice el Senador Chuck Schumer, de Nueva York.
En un anuncio, la organización política sin fines de lucro Agenda Project critica el presupuesto de Ryan. La publicidad muestra a un hombre empujando a una mujer de la tercera edad en su silla de ruedas hacia un acantilado y termina con la frase: “¿Es Estados Unidos un país hermoso sin Medicare? Pregúntenle a Paul Ryan y a sus amigos del Congreso”.
Ryan califica estos ataques como demagogia y dice que Obama no ha logrado presentar propuestas serias para la reforma de los costosos programas de ayuda social.
Este es el debate “audaz” que quieren los conservadores que impulsan la nominación de Ryan, pero hay otros republicanos preocupados porque podría desviar el foco de la campaña del candidato a presidente a las propuestas del partido republicano.
Otro problema potencial con la inclusión de Ryan es que es un miembro popular del Congreso de lo que alguna vez fue considerado un distrito competitivo, pero nunca ha competido a nivel estatal. Tampoco tiene experiencia en temas de política exterior.
A la luz de la elección de Sarah Palin en 2008, algunos se cuestionan si el miembro del Congreso está listo para ser el comandante en jefe.
“Sin dudas, es una de las estrellas del futuro republicano para los próximos 10 o 20 años”, dijo Gergen. “Si está listo o no en este momento, solo se sabrá durante la campaña. Y les aseguro que él va a dar una buena batalla”.
Ryan es también un estudioso de la política, un nerd (según su propia descripción). Sus amigos dicen que sería un error desestimar su ambición o su espíritu competitivo.