Por Elizabeth Landau
(CNN) – Científicos anunciaron este miércoles el descubrimiento del grupo Fénix, uno de los cúmulos de galaxias más masivos y luminosos jamás identificados. Se encuentra a unos 5.7 millones de años luz de distancia, así que lo percibimos como era en ese tiempo, hace miles de millones de años.
La agrupación tiene una masa que es 2.500 billones de veces más que la de nuestro Sol, dijo Michael McDonald, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts este miércoles en una conferencia de prensa. Contiene cientos de miles de galaxias del tamaño del la Vía Láctea, además de materia oscura como gas caliente.
En la carrera sobre la formación de nuevas estrellas, este grupo deja a la Vía Láctea reducida al polvo.
La galaxia central del conjunto produce alrededor de 740 nuevas estrellas por año, una tasa que es incomparable con cualquier otra galaxia conocida en el centro de un cúmulo. En comparación, la Vía Láctea forma de una a dos estrellas nuevas cada año.
El conjunto Fénix también rompe el récord del cúmulo más brillante en el espectro de radiación de rayos-X. El gas en el grupo es de unos 100 millones de grados Kelvin, más caliente que la temperatura del Sol.
Los científicos usaron el Observatorio Chandra de Rayos-X, un telescopio espacial, para investigar el conglomerado que el Telescopio del Polo Sur había ayudado a identificar como interesante. El Fénix aparentemente es único.
Los astrofísicos todavía están tratando de entender cómo las galaxias tienen sus estrellas. El gas debe enfriarse y hacerse denso para la formación de estrellas, pero ese proceso es todavía una cuestión abierta a la investigación, explicó Megan Donahue, profesor de astronomía en la Universidad Estatal de Michigan en East Lansing. Solo alrededor del 10% del gas en el universo está en las estrellas.
En otros grupos, como el de Perseo, un agujero negro no permite que el gas se enfríe y forme estrellas tan rápidamente. Esto se debe a que el agujero negro lanza potentes chorros de gas, los cuales empujan hacia afuera, dijo Martin Rees, profesor de cosmología y astrofísica de la Universidad de Cambridge, Gran Bretaña, quien no estuvo involucrada en el estudio.
Los chorros producen ondas sonoras que emiten energía y evitan la formación de estrellas, ya que el gas no se puede enfriar.
Ese no es el caso del grupo Fénix. Probablemente hay un hoyo negro muy masivo en la galaxia central del grupo Fénix, pero que no está sacando la energía que se observa en otros cúmulos, opinó Rees Martín, catedrático de la cosmología y astrofísica de la Universidad de Cambridge.
“La tasa de crecimiento del gas tiene un ritmo excepcional, porque hay mucho gas caliente en este grupo, es un denso cúmulo muy grande”, agregó. “Este gas está lloviendo, y simplemente no pueden competir”.
Así que el “forcejeo” entre los agujeros negros y el gas es ganado por el gas en el cúmulo Fénix, dijo Rees, pero no en el cúmulo de Perseo.
“Están por estudiarse estos objetos extremos, con la esperanza de saber más de ellos, que nosotros realmente entendamos la simbiosis entre las galaxias y sus agujeros negros”, dijo Rees.
Si los investigadores pudieron observar el cúmulo ahora, en lugar de cómo era hace millones de años, sería una “galaxia excepcionalmente brillante” con un agujero negro con una masa de 10 mil millones de soles, dijo Rees. No sería tan azul, color que indica que las estrellas son jóvenes, mientras que la luz roja es la firma de las estrellas más viejas.