NUEVA YORK (CNN) — La campaña del virtual candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, publicó el jueves un plan para lograr que el país norteamericano logre la autosuficiencia energética para 2020.
Al hablar de las ventajas de las reservas de petróleo y gas a las que se tuvo acceso recientemente, Romney habló de los asuntos que, dijo, cortarían la dependencia que el país tiene con el petróleo importado y provocarán un auge en la economía doméstica, como la reducción de las regulaciones federales y del apoyo a las energías renovables y el aumento de las operaciones de perforación.
“No tendremos que comprar petróleo a Medio Oriente o Venezuela si no queremos”, afirmó el candidato durante una escala en su gira de campaña por Nuevo México. “Incluso podríamos exportar energía si consideramos los recursos con los que contamos”.
Propuso, en específico:
- Que los estados controlen la perforación federal dentro de su territorio.
- Que los estados supervisen el desarrollo de energía en tierra firme.
- Abrir nuevas plataformas marítimas, empezando con secciones de las costas de Virginia y las Carolinas.
- Aprobar el oleoducto Keystone.
- Establecer mínimos de producción en los planes de arrendamiento gubernamental.
- Diseñar un procedimiento que expedite la autorización de varios proyectos energéticos, incluyendo los nucleares.
- Restringir la presentación de demandas de grupos ambientalistas y otros.
Romney reconoció que las fuentes tradicionales de petróleo se están agotando y agregó que la nueva producción provendría de sitios como las aguas profundas del Golfo de México, las arenas bituminosas de Canadá y las formaciones de esquisto.
A través de un proyecto por escrito, Romney enlistó los beneficios que provendrían de lograr la autosuficiencia energética, como la creación de tres millones de empleos, la recaudación de un billón de dólares en impuestos, el fortalecimiento del dólar y la disminución de los precios de la energía.
Sin embargo, Paul Ryan, compañero de fórmula de Romney, solicitó a la Oficina para el Presupuesto del Congreso (OPC), oficina sin filiación partidista, un reporte que mostró datos menos optimistas. La OPC indicó que el 70% de las reservas de crudo y gas estaban disponibles y listas para su explotación. El reporte señalaba que abrir nuevas reservas aumentaría los ingresos del gobierno de los 150.000 millones que se obtendrían bajo las políticas actuales a entre 175.000 y 200.000 millones a lo largo de los próximos 10 años.
Cuando se solicitó aclarar la discrepancia, un miembro del equipo de Romney indicó que los cálculos de la campaña eran más completos y abarcaban un periodo más amplio.
Estados Unidos se encuentra en pleno auge energético, en gran medida gracias las nuevas tecnologías utilizadas para obtener energía del esquisto. Algunos analistas creen que en alrededor de 10 años Estados Unidos probablemente ya no necesitará importar petróleo gracias al auge energético, pero también al endurecimiento de las normas de ahorro de combustibles. Sin embargo, estos analistas advierten que, aunque la abundancia del petróleo en el mercado es algo positivo, los precios seguirán sujetos al comportamiento del mercado mundial y por ende, a las mismas fuerzas que hoy están ocasionando alzas.
El auge energético estadounidense no se libra de la polémica. La explotación de los campos de esquisto recientemente descubiertos requieren de utilizar medios hidráulicos para fracturar la roca. Este proceso implica fracturar la roca con agua a presión, mezclada con arena y algunos agentes químicos. Los críticos de este procedimiento temen que se contaminen los mantos freáticos.
Romney y otros republicanos critican a Obama por invertir demasiado en las energías renovables y limitar el desarrollo de combustibles fósiles. Los antecedentes muestran que el mismo Obama ha impulsado el auge energético. No ha hecho mucho por restringir la fractura hidráulica, ha abierto nuevas zonas de perforación en el Golfo de México y ha anunciado que otorgará permisos de perforación en el Ártico. Por otro lado, el gobierno también ha incrementado las normas ambientales y de seguridad para el procedimiento de fractura hidráulica y las perforaciones en mar abierto, y ha endurecido las regulaciones a las emisiones de las plantas de energía. El gobierno actual también ha emitido menos permisos de perforación que el de su antecesor, George W. Bush, en gran parte debido a la moratoria impuesta tras el derrame de BP en 2010.
Romney criticó a Obama por apoyar los subsidios a las energías renovables y destacó que compañías como Solyndra y Ener1 quebraron a pesar de haber recibido el apoyo del gobierno.
El gobierno ha defendido sistemáticamente su decisión de invertir en compañías de energía renovable. La administración ha puesto énfasis en que las compañías que recibieron estímulos siguen en funcionamiento y que durante este gobierno se ha duplicado la producción de energía a través de proyectos eólicos y solares.
“La postura republicana está respaldada o dictada por los intereses petroleros y se enfoca casi en su totalidad en los combustibles fósiles y el petróleo”, declaró el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, en respuesta a la propuesta de Romney.
Romney no propuso específicamente la cancelación de los subsidios a las energías eólicas y solares en su reporte dado a conocer el jueves, sino que pidió al gobierno que desistiera de “distorsionar los hechos”. Añadió que el gobierno debería apoyar el desarrollo avanzado de energías en su nivel básico de investigación y no en la fase de comercialización. Anteriormente ha declarado que no apoyará la extensión de los subsidios federales a la energía eólica que caducan a finales de este año.