Por Liz Neisloss y Vanessa Ko

(CNN) — Las primeras secciones de casas públicas construidas para ser ambientalmente sustentables son también un territorio de prueba para futuros proyectos.

A lo lejos, las grandes alturas del Punggol Eco-Town parecen no tener gracia alguna, pero son el primer experimento a gran escala de hacer viviendas públicas verdes en Singapur, un estado-ciudad que mantiene un clima tropical durante todo el año.

Más del 80% de los residentes de Singapur tienen viviendas públicas, llamadas HDBs, nombradas así por la agencia gubernamental que las construye.

“Lo que hacemos es que colocamos varias funciones eco-amigables que ayudan en términos de capitalización del aire, mejorar la ingeniería verde, reducir el consumo de energía, el uso del agua, así como promover el reciclaje de basura, etcétera, todo en un mismo desarrollo”, dijo Ng Bingrong, director del proyecto, Treelodge@Punggol.

Los métodos verdes van desde algo común y práctico hasta ideas más innovadoras.

Los techos cubiertos de plantas reducen la temperatura del recinto naturalmente, y la orientación del edificio, de lado contrario a donde sale el sol, también ayuda. Pintar los edificios de blanco ayuda a mantenerlos frescos y a atraer la luz solar.

Pero las paredes blancas también se ensucian más rápido, entonces el gobierno busca probar una pintura que se limpie a sí misma y rompa con la suciedad al exponerse a los rayos del sol.

Alan Tan, director del equipo de Investigación de Sustentabilidad del Medio Ambiente de las HDBs, dice que la variedad de experimentos del proyecto tendrá implicaciones importantes para la construcción de futuras viviendas en Singapur.

“Punggol Eco-Town es un laboratorio viviente para nosotros”, dijo Tan. “Aquí es donde probamos muchas soluciones urbanas para que podamos identificar cuáles son funcionales, se puedan adoptar y utilizar en más de nuestras viviendas públicas”.

Dentro de los departamentos, el agua de la llave que baja por las tuberías se usa para limpiar los escusados. Los elevadores funcionan con luz solar, al igual que la luz y las bombas de agua.

Los edificios cuentan con indicadores que muestran la cantidad de energía solar que se consume y ofrecen constantes recordatorios a los residentes sobre el estilo de vida ecológico que se vive en su conjunto habitacional.

Pero ser eco-friendly implica un precio más alto, el edificio sustentable cuesta un 7% más que construir apartamentos tradicionales.

Las preocupaciones por el costo impulsan la innovación fiscal y ejercen presión sobre el gobierno para pensar en una manera de que sean más baratas. Una solución es rentar, en lugar de comprar, los paneles solares del edificio a compañías privadas.

“Es muy difícil para el gobierno financiar continuamente. Entonces lo que tratamos de hacer es asociarnos con la industria privada”, dijo Ng.

Bajo este esquema, el gobierno subsidia los costos base, mientras que las compañías de energía solar instalan los paneles, los mantienen y venden esa energía a los proveedores de energía para recuperar sus costos.