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HONG KONG (CNN) — El exjefe de policía china que trató desertar a Estados Unidos provocando uno de los mayores escándalos políticos de China estará en la cárcel 15 años.

Wang Lijun, quien fue juzgado la semana pasada, fue declarado culpable por el Tribunal Popular Intermedio de la ciudad de Chengdu por utilizar la ley par sus propios intereses, deserción, abuso de poder y soborno, dijo el portavoz del tribunal Yang Yuquan.

A sus 52 años de edad, podría encarar la ejecución por soborno. La pena de muerte en China depende de la gravedad del caso. Wang fue acusado por el tribunal de aceptar sobornos con un valor de casi 3,05 millones de yuanes (alrededor de 480.000 dólares) a cambio de favores personales.

Sin embargo, recibió nueve años por este delito, siete por “doblar” la ley, dos por deserción y dos años por abuso de poder; aunque el tribunal decidió un  plazo de 15 años, tomando en cuenta su cooperación con las autoridades, dijo Yang a los reporteros. También fue despojado de sus “derechos políticos” por un año.

Hasta febrero pasado, Wang fue la mano derecha del desacreditado Bo Xilai, jefe del partido en Chongqing, quien fue despojado de sus títulos en abril debido a una no especificada “grave violación a la disciplina del partido”. Bo no ha aparecido en público desde entonces.

Wang no refutó los cargos, de acuerdo con la agencia estatal de noticias Xinhua, quien publicó los detalles del caso en su contra, entre ellos la primera sugerencia de que Bo sabía en enero que su esposa, Gu Kailai, era sospechosa de homicidio. Wang no tiene planes de apelar la sentencia, dijo Yang.

Después de un juicio de un día de agosto, Gu fue encontrada culpable de envenenar al empresario británico Neil Heywood en una habitación de hotel en Chongqing en noviembre pasado. Durante el juicio, admitió haberle dado en la boca el veneno, proporcionado por un asistente de la familia quien también fue condenado por el crimen.

De acuerdo con Xinhua, Wang dijo que los fiscales sabían “perfectamente bien” que Gu era sospechosa de asesinato, pero deliberadamente lo ocultaron para que ella no fuera considerada legalmente responsable de la muerte de Heywood, hecho que se repitió durante la sesión del tribunal.

El tribunal fue avisado de que Wang abandonó sus esfuerzos de encubrir el crimen cuando las relaciones entre los dos se hicieron tensas.

Wang dijo en su confesión que Gu “se volvió hostil conmigo, tomando una actitud diferente antes de que me contactaran. Ella no era tan cordial como antes y se fue contra mí”, reportó Xinhua. Ella estaba preocupada porque su crimen estaba expuesto, y él no estaba “contento” de lo que Gu había comentado con un número cada mayor de personas.

A finales de enero, Wang dijo “al entonces dirigente del Partido Comunista de China en Chongqing”, posición que ocupaba Bo, que Gu fue “altamente sospechosa” de haber asesinado a Heywood, informó Xinhua.

Un testigo, Guo Weiguo, declaró que el funcionario “regañó de manera fuerte” a Wang, dándole una bofetada en la cara. “El conflicto se hizo público después de que Wang Lijun fue abofeteado”, dijo Guo.

Después de la reunión de Wang con Bo, dio instrucciones a su personal para “reorganizar” el expediente de Heywood en los archivos. Poco después, fue degradado y tres miembros que trabajaban cerca de Wang fueron puestos bajo una “ilegal investigación”. “Wang sintió que estaba en peligro, dando lugar a la idea de desertar”, dijo Xinhua.

El 6 de febrero, Wang entró en el consulado de Estados Unidos en Chengdu. Afirmó que su vida estaba en peligro y pidió a los funcionarios que llenaran una solicitud de asilo político. Al día siguiente, sin embargo, fue persuadido para dejar el consulado y fue detenido por las autoridades chinas.

En su última declaración ante el tribunal, Wang pidió disculpas por sus crímenes, diciendo: “espero que los impactos graves (causados por mis actos), tanto en casa como en el extranjero se eliminen a través del juicio. Mientras tanto, espero que el juicio emita una advertencia a la sociedad y permita que más gente aprenda con mi caso”.

“Para las organizaciones del partido, las personas y familiares que han cuidado de mí, quiero decir aquí, sinceramente: ‘Estoy muy, muy triste, los he defraudado’”, añadió Wang.

Al final del juicio, la defensa de Wang declaró que insistiría en una indulgencia en la condena por el cargo de deserción debido a que Wang dejó el consulado de Estados Unidos por su propia voluntad. También argumentó que proporcionó evidencia clave para ayudar a las autoridades a arrestar a Gu por asesinato. El tribunal aceptó estos argumentos y le dio “indulgencia”, dijo Yang.

La decisión de Wang de buscar refugio en el consulado de Estados Unidos hizo público el caso y dejó al descubierto la desaparición de Bo.

Hasta que el caso fue expuesto, Bo era considerado uno de los principales líderes del del Comité Permanente del Politburó, el grupo de nueve políticos que gobiernan China. El Partido Comunista de China espera anunciar quiénes ocuparán las principales posiciones cuando se reúna en su décimo octavo Congreso Nacional el próximo mes.

Bo, de 63 años, era un carismático y polémico político, que lanzó un “estupendo canto negro y rojo” de campaña en Chongqing promoviendo la ideología comunista y tomado medidas enérgicas contra la delincuencia organizada.

Sus programas económicos, que incluían millones para el gasto en asistencia social, lo hicieron un líder popular en Chongqing. Pero los analistas dicen que sus políticas populistas y su alto perfil personal son vistos como un reto a la dirección de su partido.

Bo y Wang trabajaron de cerca en la firma del programa para la lucha contra el crimen en 2009. En sólo 10 meses, la policía de Chongqing arrestó casi a 5,000 personas y ejecutó a más de una docena.