Por Hada Messia
Roma (CNN) — El exmayordomo del papa Benedicto XVI, Paolo Gabriele, se declaró inocente este martes de un cargo de robo agravado en conexión con la filtración de cientos de documentos secretos del apartamento personal del Papa, pero dijo que abusó de la confianza del pontífice.
Gabriele ya había admitido que tomó los documentos y los entregó a un periodista italiano. Sostuvo su inocencia este martes cuando su abogado le preguntó sobre el cargo de robo, de acuerdo con periodistas a los que se les permitió el acceso a la sala. El sistema penal del Vaticano no requiere una declaración formal.
“Me siento culpable por traicionar la confianza que el Santo Padre me dio”, afirmó durante la audiencia.
El exmayordomo agregó que él sentía que era “el laico más cercano al Papa”.
Las acusaciones de corrupción que resultaron de la publicación de un libro basado en los materiales filtrados conmocionó a la jerarquía de la Iglesia católica e inclusive podría afectar a quien se convierta en nuevo Papa.
Al testificar este martes, Gabriele dijo al juez presidente, Giuseppe Dalla Torrre, que no recibió dinero a cambio de los documentos, según los periodistas que estuvieron presentes.
El acusado dijo que no cree que él fuera la única persona que daba “noticias” a la prensa, pero dijo que no tuvo cómplices.
El técnico en computación del Vaticano, Claudio Sciarpelletti, que trabajó en la secretaría de Estado del Vaticano también enfrenta un juicio, acusado de complicidad en el crimen. Si es encontrado culpable, enfrenta un término menor de prisión de solo unos meses.
El juez Guiseppe dalla Torre ha separado el juicio del de Gabriele bajo requerimiento del abogado de Sciarpelletti, Gianluca Benedetti.
Gabriele apareció serio y casi inexpresivo en la primera audiencia el pasado sábado, de acuerdo con periodistas que la atendieron. Estaba rasurado y vestido con un traje de color gris ligero.
Sciarpelletti no apareció en la primera audiencia, pero Benedetti declaró que la inocencia de su cliente en su nombre.
Al recordar su primera detención en mayo, Gabriele dijo a la corte que cuando fue arrestado fue confinado a una celda tan pequeña que no podía abrir de par en par sus brazos.
Luego fue movido a otra más grande, según Gabriele. Sin embargo, en su celda, donde estuvo entre 15 y 20 días, la luz se dejada encendida las 24 horas del día sin forma de que él púdiera apagarla, dijo. Gabriele dijo que su vista se dañó.
La fiscalía del Vaticano abrió una investigación sobre las afirmaciones de tratamiento inadecuado cuando estuvo en detención.
Pero el vocero Federico Lombardi, dijo a reporteros en una conferencia luego de la sesión de la corte que las celdas utilizadas en el Vaticano tienen los estándares internacionales.
Lombardi también sugirió que los alegatos de la defensa de Gabriele, que indican que fue tratado inhumanamente, al parecer son cuestionables.
En un comunicado de la Policía del Vaticano, se dijo que la fuerza se encontraba en proceso de mejorar sus celdas para detenciones a largo plazo cuando Gabriele fue arrestado. El trabajo fue acelerado y él fue movido a una celda más confortable luego de 20 días.
Las celdas del Vaticano cumplen con los estándares presentes en otros países en situaciones similares, según el comunicado. Se agregó que Gabriele pidió que la luz fuera mantenida encendida sobre él como compañía por las noches, y que se le dio una máscara para los ojos.
Gabriele tuvo acceso a personal médico y a un asesor espiritual, según el comunicado.
Este lunes, el Servicio de Información del Vaticano publicó dos listas de testigos que aparecieron en los juicios. Los testigos también comparecerán en sus respectivos juicios.
Testigos llamados en el caso de Gabriele incluyen al secretario personal del Papa, Georg Gaenswein.
Testificando en el juicio del técnico en computación está Carlo María Polvani, del departamento de estado del Vaticano, según el jefe de seguridad de la Guardia Suiza, William Kloter, y dos oficiales de policía.
Según periodistas que entraron a la sesión del sábado, los investigadores del Vaticano tienen en su poder 82 cajas de evidencia de los apartamentos de Gabriele en El Vaticano y de Castelgandolfo, un pequeño pueblo cerca de roma.
Las autoridades también descubrieron en el apartamento de Gabriele una pepita de oro y un cheque para el papa Benedicto XVI por 100,000 euros, así como la versión original de la Eneida de Virgilio de 1581.
La abogada de Gabriele, Christiana Arru, presentó varias mociones mostrando su preocupación por la admisibilidad de las pruebas, incluyendo los resultados de un examen psicológico realizado sin la presencia de un abogado, cuyo contenido fue tomado por una cámara escondida.
Un fiscal del caso dijo en un reporte la semana pasada que Gabriele actuó sin dolo con el deseo de combatir “la maldad y corrupción en todos lados en la iglesia”.
Gabriele fue arrestado en mayo luego de una investigación de alto nivel sobre cómo los documentos privados del Papa aparecieron en el libro Sua Santita, del periodista italiano Gianluigi Nuzzi.
El Vaticano llamó la publicación del libro como “criminal”.