Por Shaan Khan

Islamabad , Pakistan (CNN) — El avión que llevó a Malala Yousufzai, la joven activista paquistaní que recibió disparos de los talibanes, llegó a Gran Bretaña este lunes donde será llevada a un hospital para recibir tratamiento especializado, reportó Justine Howl, el vocero del aeropuerto de Birmingham.

Malala fue trasladada desde un hospital militar en la ciudad de Rawalpindi, en Pakistán, al Queen Elizabeth Hospital en Birmingham, Inglaterra, en donde se espera que permanezca “semanas, sino es que meses”, dijo David Rosser, director ejecutivo de los Hospitales de la Universidad de Birmingham.

Su familia estuvo con ella en el vuelo, así como un especialista en cuidados intensivos. El avión, perteneciente a los Emiratos Árabes Unidos, estaba equipado para hacer frente a cualquier emergencia médica que pudiera haber surgido durante el vuelo.

Cuando Malala fue trasladada de urgencia a un hospital en la ciudad de Peshawar, después de que le dispararon, los médicos intentaron reducir la hinchazón en su cerebro y sacaron una bala en el cuello.

La decisión de enviarla a Gran Bretaña se basó en que necesitarán repararle o reemplazarle los huesos dañados en su cráneo, así como una rehabilitación neurológica intensiva, dijo el ejército paquistaní. Su familia ha estado con ella en todo momento.

“Malala ahora recibirán atención médica especializada en un hospital del NHS”, dijo el ministro del exterior británico, William Hague, en referencia al Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés). “Nuestros pensamientos siguen con Malala y su familia en este momento difícil”.

La niña de 14 años que recibió un disparo en la cabeza por haber clamado educación para las mujeres de su país se ha convertido en un símbolo internacional de desafío contra el grupo extremista.

Aunque el Talibán ha llamado en el pasado a cometer homicidios ideológicos, la determinación y valentía de Malala ha inspirado a miles en todo el mundo a protestar por el ataque que tan sólo en Pakistán ha generado diversas protestas y las condenas de líderes mundiales.

Decenas de miles de personas se reunieron en Karachi, la mayor ciudad de Pakistán, este domingo. Hombres, mujeres y niños llevaban pancartas que decían: “¡Avergüénzate, Talibán”. Otros llevaban pancartas que condenaban el terrorismo.

Enormes carteles y mantas decían también: “Malala, nuestras oraciones están contigo”. En la capital Islamabad, los manifestantes portaron velas y oraron por la recuperación de la adolescente.

Algunos la conocían desde hace tiempo. Malala comenzó a ganar la atención internacional en 2009, cuando los talibanes se afianzaron en su región natal Swat, un valle en el que ejercían fuerte influencia en el noroeste de Pakistán cerca de la frontera con Afganistán.

Su padre dirigía una de las pocas escuelas que desafiaron a los talibanes y mantuvieron sus puertas abiertas a las niñas.

Malala escribió un blog de la BBC en el que relataba cómo era obtener educación en ese entorno. Su diario conmovedor le valió los elogios en su país como a nivel internacional.

“Tuve un sueño terrible ayer con helicópteros militares y talibanes”, escribió. “He tenido sueños de este tipo desde el lanzamiento de la operación militar en Swat. Mi madre me hizo el desayuno y me fui a la escuela. Tenía miedo de ir a la escuela debido a que el Talibán había emitido un edicto prohibiendo a todas las niñas asistir a la escuela”.

En las últimas 24 horas, los manifestantes exigieron que el gobierno investigue a fondo el atentado, ocurrido el 9 de octubre, cuando alguien detuvo una camioneta que transportaba a Malala y sus compañeros de clase cuando regresaban de la escuela en el valle de Swat.

Hombres armados irrumpieron en el vehículo y ordenaron a los niños que señalaran a Malala. Horrorizados lo hicieron, y los hombres abrieron fuego hiriendo a Malala en la cabeza y el cuello. Otras dos niñas resultaron lesionadas.

Desde entonces Malala respiraba con la ayuda de un ventilador en instalaciones médicas de Pakistán, mientras que los talibanes asumieron la responsabilidad por el ataque. Prometieron que de sobrevivir, intentarán otra vez acabar con su vida.

Pakistán y la amenaza del Talibán

La brutalidad de hombres tratando de disparar a muerte a una adolescente ha suscitado dudas sobre si el gobierno de Pakistán, su ejército y sus servicios de inteligencia están haciendo todo lo que puede para combatir a la militancia talibán, que prospera en regiones como el valle de Swat .

La canciller paquistaní Hina Rabbani Khar, la primera mujer en ocupar ese puesto, dijo el domingo que cree que el tiroteo marcó un “punto de inflexión” en la ferocidad de cómo Pakistán persigue a los delincuentes talibanes y a los grupos extremistas.

En una entrevista exclusiva con Christiane Amanpour, de CNN, Khar dijo que al menos 100 detenciones se han hecho hasta ahora.

“Pakistán, en el plano diplomático, político y todo nivel, ha sido llamado… a tomar este asunto en serio, no dejar que ellos (los talibanes) tengan un refugio seguro”, dijo.

En apariencia, los líderes internacionales se mantienen firmes con Khar. El ex primer ministro británico, Gordon Brown, escribió un editorial para CNN en el que afirma que el ataque a Malala debe transmitir lo importante que es ir más allá de las palabras y trabajar de manera práctica para fomentar la educación de las niñas en la región.

Respaldo a la lucha de Malala

En internet se ha dejado ver una comunidad unida en torno a Malala y su lucha por la educación de las niñas. Una petición en línea llamada I Am Malala (Soy Malala), firmada por celebridades y líderes, está llamando a que las niñas puedan tener un mejor acceso a la educación en el país.

La petición será presentada al presidente paquistaní Asif Ali Zardari, y al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. Además, las niñas en Pakistán están usando camisetas con la leyenda “Yo soy Malala”. Malala es una tendencia en Twitter y ha movilizado a un gran número de seguidores en Facebook.

Al hablar en una reunión de niñas scout en Washington, la secretaria de Estado Hillary Clinton llamó a Malala “valiente” y expresó que el ataque contra la adolescente debe inspirar el apoyo a otras mujeres jóvenes de todo el mundo que “luchan contra la tradición y la cultura e incluso con abierta hostilidad” y para reivindicar sus derechos.

Madonna gritó el nombre de Malala en un concierto en Los Ángeles la semana pasada que motivó la ovación de sus seguidores, y dedicó su tema Human Nature a la chica.

“Tengo el derecho”

Malala habló con CNN el año pasado acerca de su blog y su valiente determinación de que las niñas deban ir a la escuela.

“Tengo el derecho a la educación”, dijo. “Tengo el derecho a jugar. Tengo derecho a cantar. Tengo derecho a hablar. Tengo derecho a ir al mercado. Tengo derecho a levantar la voz”.

Malala, cuyo escrito obtuvo el Premio Nacional de Paz de Pakistán, también animó a los jóvenes a tomar una posición contra los talibanes, y no esconderse en su habitación.

Pero la inestabilidad de la región se destacó el sábado en un ataque suicida a un puesto policial en el que murieron seis agentes de la policía.

En su blog, Malala a menudo escribía sobre su vida en el valle de Swat, un semillero de actividad militante.

El valle alguna vez atrajo a turistas a la única estación de esquí de Pakistán, así como los visitantes a las antiguas ruinas budistas de la zona. Pero eso fue antes de que los militantes con rostros cubiertos desataran una ola de violencia en 2003.

Desde entonces exigieron velos para las mujeres, que los hombres usaran barbas y la prohibición de la música y la televisión. Permitieron las escuelas para los niños, pero las de niñas fueron cerradas.