(CNN) — Este miércoles, Uruguay despenalizó el aborto. Pero una gran parte de estas interrupciones del embarazo son prevenibles con acceso a anticonceptivos, particularmente los de larga duración, según comprobaron investigadores que publicaron sus descubrimientos en un estudio reciente.
Algunos métodos de anticoncepción son los condones y las píldoras anticonceptivas, sin embargo, existen otros a largo plazo que también son efectivos y reversibles, como los dispositivos intrauterinos y los implantes.
Un estudio publicado este mes en el diario Obsterics & Gynecology, analizó lo que ocurriría si estos métodos se proporcionaran de forma gratuita. En el estudio participaron más de 9,000 mujeres jóvenes y adultas en riesgo de tener un embarazo no deseado.
Los investigadores descubrieron que la tasa de embarazos adolescentes en este grupo era de 6.3 por cada 1,000, cifra mucho menor a la tasa nacional de Estados Unidos, que es de 43,1 por cada 1.000.
“Hasta ahora hemos gastado entre 11.000 y 12.000 millones de dólares en embarazos no deseados en Estados Unidos, y apuesto a que con ese dinero se podría hacer mucho para proveer de métodos anticonceptivos a muchas mujeres en el país”, dijo el médico Jeffrey Peipert, autor principal del estudio e investigador en la Escuela de Medicina St. Louis, de la Universidad de Washington.
Peipert y sus colegas descubrieron también que el porcentaje de reincidencia de abortos era menor en este grupo de participantes en comparación con la región en general y con el promedio nacional entre 2008 y 2010. Al parecer, la intervención del estudio evitó un aborto por cada 79 a 137 mujeres que participaron.
En un estudio anterior, Peipert y sus colegas demostraron que los métodos a largo plazo —dispositivos intrauterinos e implantes— son 20 veces más efectivos que la píldora anticonceptiva, el parche hormonal y el anillo vaginal. Las opciones de acción prolongada no requieren que la usuaria recuerde tomar medicamentos o cambiar un dispositivo, cuya omisión puede ocasionar un embarazo no deseado.
En Estados Unidos, existen muchos impedimentos para que se generalice el uso de los anticonceptivos reversibles de acción prolongada, dijo Peipert. Uno es el costo: un DIU cuesta un poco más de 700 dólares, sin contar los costos de inserción, aunque es más rentable, ya que estos dispositivos duran más en comparación con otros métodos. El implante dura tres años, mientras que el DIU de cobre dura 10.
Estas opciones a largo plazo deberían estar cubiertas por las aseguradoras y por el servicio médico público, aunque existe la controversia de si las aseguradoras con bases religiosas deber proporcionar métodos anticonceptivos, dijo Peipert.
Otro reto es que el personal clínico los proporciona con cautela a mujeres muy jóvenes, a pesar de que han demostrado ser seguros. Asimismo, las pacientes tienen menos conocimiento de la existencia de estos métodos.
Las participantes en el programa tenían entre 14 y 45 años; no deseaban embarazarse en un plazo de al menos 12 meses y planeaban sostener actividad sexual con una pareja masculina dentro de los siguientes seis meses. Los investigadores reclutaron a las participantes por diferentes medios; el 16% de las participantes fueron reclutadas en clínicas de abortos.
“Facilitar el acceso a los métodos anticonceptivos más efectivos al retirar las barreras de costo y disponibilidad ha aumentado considerablemente la cantidad de adolescentes y adultas que usan los métodos anticonceptivos más efectivos”, según el estudio.
No obstante, hay limitaciones. El estudio, financiado por la Fundación Susan Thompson Buffet, se limitó a una región específica, así que es difícil saber cómo se implementaría a una escala mayor.