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Por Maureen Farrell, CNNMoney

(CNNMoney) – La mayor queja de Wall Street con el presidente Obama radica más en lo que el mandatario ha dicho que en lo que ha hecho.

“Ha habido muchos señalamientos. Él hizo que pareciera algo malo ser exitoso y ser millonario y multimillonario”, dijo Karl Welner, CEO de Papamarkou Wellner Asset Management, un fondo que maneja 3.000 millones de dólares.

Aparte de que Obama haya llamado a los banqueros “gatos gordos”, la mayoría de profesionales de Wall Street señalan pocos puntos específicos y básicamente dicen que la animosidad es más cuestión de la vibra que perciben del presidente.

Wellner, quien emigró de Suecia a principio de los años ochenta, dice que su mayor preocupación es que el presidente parece querer tomar medidas drásticas contra la acumulación de la riqueza. Es un sentimiento al que le han hecho eco muchos otros gerentes de fondos y ejecutivos de firmas financieras.

“Hay una percepción de que si eres exitoso no lo hiciste por tu cuenta”, dijo Sander Gerber, CEO del fondo Hudson Bay Capital Management. “Romney cree que el impulso de los individuos y su voluntad de trabajar duro es lo que los hace exitosos”. Y esa es la idea que prospera en Wall Street.

Y también es la razón por la que Wall Street le ha dado la mayoría de contribuciones al Partido Republicano durante este ciclo electoral.

De hecho, el candidato republicano Mitt Romney ha recibido más de tres veces lo que Obama ha generado de parte de los profesionales de Wall Street, según cifras del Center for Responsive Politics. Ese es un giro brusco con respecto a 2008, cuando Obama generó casi el doble de contribuciones de Wall Street de las de su rival John McCain.

Más allá de la retórica, varios gerentes de fondos de inversión también dicen que aunque que la regulación financiera y del sistema de salud sí necesitaban una reforma, el presidente los abordó en una manera que ubicó al gobierno en medio de las dos industrias.

El Congreso aprobó la ley Dodd-Frank de reforma financiera en 2010, pero muchas de las normas todavía deben ser escritas.

Romney ha criticado la ley y dijo que tomaría medidas para cambiarla, e incluso desmantelarla. No obstante, muchos en Wall Street simplemente apuestan a que Romney designará reguladores que harían que la reforma financiera fuera menos onerosa.

“Obama le daría carta blanca a reguladores severos y les daría permiso”, dijo Wellner.

La ira de Wall Street se produce mientras que muchos todavía critican al presidente por no presionar a Wall Street lo suficiente y que ven a la ley Dodd-Frank como ineficaz.

Entretanto, el rival de Obama ha dejado claro que está a favor de regular a los bancos. La principal objeción de Romney a la ley Dodd-Frank es que les da a los grandes bancos la garantía implícita de más rescates. Los ejecutivos de Wall Street parecen creer que Romney trataría a la industria en una forma más justa y balanceada.

“Romney ve las cosas de forma más analítica”, dijo Wellner. “Es más alguien que construye en consenso. El residente es dogmático, son las cosas a su manera o si no, no son”.

Mientras la experiencia de Romney en la firma de capital privado Bain Capital ha causado que el gran público estadounidense se pregunte si de hecho tiene intereses sinceros, muchos en Wall Street ven el historial de negocios de Romney como un gran punto a favor.

“Romney es un consultor y ve lo que es eficiente, así que él será razonable”, dijo Wellner. “Él entiende cómo funcionan los negocios así que él impondrá las reglas y los lineamientos que harán que los negocios funcionen”.