Nota del editor: Este 10 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, proclamado por la ONU. El tema de este año: “Ciencia para la Sostenibilidad Global: interconectividad, colaboración, transformación” explora la dependencia de los sitemas económicos y sociales en el mundo y su capacidad de mejorar la vida de las personas a través de la tecnología.
(CNN) — Encontrar capital suficiente para darle a un negocio en expansión la mejor oportunidad de éxito es un reto que enfrentan muchos empresarios primerizos.
Así que cuando Mariano Kostalec escuchó sobre la iniciativa Start-Up Chile, estaba intrigado.
El proyecto financiado por el gobierno ofrece a las empresas globales en desarrollo, pero con alto potencial, una inversión de 40.000 dólares (sin obtener derecho a controlar el capital). El único requerimiento es que al menos un miembro del equipo permanezca en el país durante seis meses.
El objetivo es convertir a Santiago de Chile en el Silicon Valley de Sudamérica.
“Observando lo que ocurre en Argentina en este momento mis expectativas eran algo bajas en ese sentido”, dijo Mariano a Rosie Tomkins de CNN.
“Así que vine aquí y en realidad estoy muy impresionado con el país, con la forma en la que puedes venir y establecer tu negocio y sabes que las cosas van a funcionar en la forma en la que te dijeron (…) En realidad puedes confiar en las personas y eso es realmente importante”.
La empresa de Mariano, Uniplaces, una plataforma en línea que conecta a los estudiantes con personas que rentan propiedades, fue una de las cientos de empresas seleccionadas a través de un proceso de admisión especializado conducido por expertos de Silicon Valley y el Consejo de Innovación chileno.
Para el final de la primera fase de Start-Up Chile en 2014, la iniciativa habrá proporcionado subvenciones a 1.000 empresas por un total de 40 millones de dólares.
Sus críticos dicen que es un desperdicio de financiamiento del gobierno, y no producirá ningún beneficio a largo plazo. Es una afirmación que el presidente chileno Sebastián Piñera desmiente.
“Importamos y traemos a Chile personas que tienen buenas ideas, capacidad de empresarial y la habilidad de empezar un negocio aquí”, dijo.
“Lo que enseñarán a nuestra gente es muy, muy valioso”.
La meta de Piñera es marcar a Chile como el centro empresarial y de innovación de Sudamérica.
El gobierno afirma que una cuarta parte de los involucrados en el proyecto son propensos a quedarse una vez que se acabe su tiempo. Si permanecen en Santiago ayudarán a reforzar la confianza en Start-Up Chile y a estimular la economía. Si se van, ayudan a correr la voz de que Chile está abierto a la innovación y las empresas.
Es una dirección en la que el país ha estado moviéndose durante décadas. Se volvió la primera nación sudamericana en unirse a la OCDE en 2010; una organización internacional establecida para estimular la democracia y los mercados libres.
John Njoko, el fundador de Kwelia, una empresa de análisis de bienes raíces, también cosechó los beneficios del Proyecto Start-Up Chile.
“En las esquinas y en los márgenes aún hay espacio para mejorar”, dijo.
“Teníamos expectativas muy limitadas. Pero venimos aquí. Necesitábamos construir, y trabajamos duro y construimos”.
Esas actitudes trabajadoras son exactamente lo que Sebastián Piñera quiere escuchar. Cree firmemente que la clave para el éxito futuro de Chile se centra alrededor de la construcción de lazos con otros países a través de los negocios.
“Creo que es el camino correcto para que Chile se vuela un país desarrollado”, dijo.