Por Mohamed Fadel Fahmy
(CNN) — El presidente egipcio Mohamed Morsi emitió una ley que impide a cualquier tribunal que revoque sus decisiones, lo que en esencia le permite gobernar el país sin control hasta que una nueva constitución sea redactada, anunció este jueves su vocero en la televisión estatal.
El presidente egipcio declaró que las leyes o decretos que ha hecho desde que asumió el cargo, el 30 de junio y hasta que una nueva constitución sea promulgada, son definitivas y no pueden ser anuladas o apeladas, dijo su vocero.
Morsi también ordenó un nuevo juicio y reinvestigar las muertes de manifestantes durante la revuelta del año pasado contra el dictador Hosni Mubarak, lo que podría llevar nuevamente a juicio al exmandatario que actualmente cumple una pena de cadena perpetua, y a varios de sus colaboradores.
La orden responde a algunos egipcios que han expresado su decepción debido a que agentes de seguridad y otros exfuncionarios han escapado a las consecuencias legales por la represión manifestante del año pasado bajo el régimen de Mubarak.
Algunos manifestantes en El Cairo, sin embargo, salieron a protestar por cuarto día consecutivo contra Morsi y la creciente influencia de los Hermanos Musulmanes, el grupo político-religioso egipcio del que surgió Morsi.
Cerca de 2,000 personas se manifestaron la noche del jueves en los alrededores de la plaza Tahrir, donde algunos gritaban que este era el “nacimiento de un nuevo faraón” y otros afirmaban que ahora es “el dictador”.
Rivales políticos también expresaron su consternación la noche de este jueves. “Morsi se hace cargo de los poderes ejecutivo, judicial y legislativo, todos en sus manos, y este es un camino peligroso”, dijo Hamdeen Sabahy, un excandidato presidencial, en su cuenta de Twitter.
“Morsi ha emitido inmunidad a cualquier ley que imponga. Este es el nacimiento de un nuevo dictador”, escribió Khaled Ali, otro excandidato presidencial.
Cientos de partidarios de los Hermanos Musulmanes, por su parte, llegaron frente a la oficina del fiscal general este jueves para apoyar los decretos de Morsi.
Morsi también declaró que un consejo de 100 hombres redactará la nueva Constitución, además que la cámara alta del parlamento no puede ser disuelta. Y le concedió al Consejo dos meses adicionales para terminar un proyecto de constitución, es decir, el grupo dispone de seis meses para terminar. El proyecto tendrá que ser sometido a referéndum antes de su promulgación.
Eso significa Morsi, quien a principios de este año se hizo cargo de las competencias legislativas de la junta militar que gobernó después del derrocamiento de Mubarak, podría tener por lo menos seis meses de gobierno sin control por decreto.
El presidente también despidió este jueves al fiscal general del país, quien se había llevado las críticas de los manifestantes en los últimos meses porque muchos egipcios creen que debe haber más procesos por la muerte de manifestantes del año pasado. Talaat Ibrahim se convirtió en el nuevo fiscal.
Miles de personas han protestado en El Cairo desde el lunes, clamando por primera vez desde que Morsi asumió el cargo por su derrocamiento. Algunos en la plaza Tahrir llevaban carteles que decían “No a la Hermandad”, y prohibieron la entrada a la plaza de simpatizantes de la Hermandad.
Algunos manifestantes lanzaron cócteles molotov y piedras a la policía, que respondió con el disparo de gases lacrimógenos y perdigones contra los manifestantes. Una persona murió, y al menos 80 resultaron heridas en las protestas, según un sultán Mohamed, un vocero del Ministerio de Salud.
Fekri Mahkroub, un juez penal, dijo la noche del jueves que estaba “triste por lo que el presidente Morsi hizo, un asalto al sistema legislativo y judicial”, dijo. “Él desafía todo lo que la revolución representa, y sus acciones son un insulto para nosotros como jueces”.
En junio pasado, Mubarak y su exministro del Interior, Habib El Adly, fueron condenados a cadena perpetua por cargos relacionados con la muerte de cientos de manifestantes después de un juicio de 10 meses, mientras que seis colaboradores fueron absueltos.
Unas 840 personas murieron y más de 6,000 resultaron heridas en 18 días de levantamiento del año pasado, según Amnistía Internacional.
Jason Hanna, Mobasherat Mitra, Ian Lee contribuyeron a este reporte.