El jugador de fútbol americano Jovan Belcher asesinó a su novia y madre de su hija y luego se quitó la vida frente a sus entrenadores.

Por Greg Botelho, CNN

(CNN) – La de Jovan Belcher había sido una historia de éxito, un desvalido al que le fue bien.  Un jugador de agente libre en la periferia del universo del fútbol americano, que no sólo entró a la lista de los Chiefs de Kansas City, sino que se hizo notar jugando todos los partidos desde 2009 como titular, registrando más y más tackles cada temporada, y ganando el corazón de los aficionados y jugadores.

El sábado, todo terminó en una sangrienta tragedia.

Belcher primero terminó con la vida de su novia, dijo la policía, antes de quitarse su propia vida frente a la puerta de la sede de práctica de los Chiefs. Él y la mujer que asesinó dejan a una hija de tres meses de nacida.

¿Por qué? Nadie sabe, o al menos nada se ha dicho públicamente más allá de que Belcher y su novia habían estado peleando últimamente.

“Estoy devastado y con el corazón roto”, escribió Jeff Allen, uno de los varios jugadores de Kansas City que usó Twitter para expresar su duelo y asombro. “Envío mis oraciones para todos los involucrados. Siempre muestren amor y nunca teman hablar”.

La primera señal de problemas se produjo a las 7:50 a.m., cuando la policía de Kansas City, Misuri, recibió una llamada por disparos. Cuando los oficiales llegaron a la casa de un barrio clase media, una mujer salió y les dijo que a una mujer joven –luego identificada como Kasandra Perkins, de 22 años- “su novio le disparó varias veces”, dijo el vocero de la policía Darin Snapp.

Alrededor de 20 minutos después, la policía recibió otra llamada. Esta vez del Estadio Arrowhead, sede de los Chiefs, sobre “una persona que estaba en el estacionamiento, con un arma de fuego”.

Los oficiales fueron a lugar y vieron a un hombre afroamericano, hablando con varios entrenadores, y apuntando el arma a su cabeza, dijo Snapp.

“Mientras los oficiales empezaban a estacionarse, en ese momento oyeron el disparo”.

La bala pasó por la cabeza de Belcher y el hombre murió.

De la Universidad de Maine a la NFL

El vocero de la policía no especificó a quién le hablaba el jugador antes de que se disparara. La página web de la liga, NFL.com, reportó que uno de ellos era el entrenador principal del equipo, Romeo Crennel. El alcalde de Kansas City, Sly James, agregó que el manager general Scott Pioli también presenció el suicidio.

“Él conoce a todos los jugadores, él conoce a ese jugador en particular”, dijo James, refiriéndose a Pioli. “Él está muy afectado por esto”.

Lo que se conocía de Belcher, antes del presunto asesinato y suicidio del sábado, era que provenía de Long Island, Nueva York.  Fue un futbolista destacado y especialmente una estrella en lucha, ganando honores en tres de sus cuatro años en la secundaria West Babylon.

El siguiente paso de Belcher fue la Universidad de Maine. La escuela en Orono, en el centro de Maine, no es un semillero de estrellas de fútbol americano. Los Black Bears juegan la Subdivisión del Campeonato de Fútbol.

Ahí fue donde el neoyorquino fue titular de todos los partidos en cuatro años antes de graduarse con un título de desarrollo infantil. Algunos los proyectaron como un seleccionado en el draft de la NFL de 2009.

Pero eso no ocurrió. Sí llegó a Kansas City como agente libre, aunque sin garantías. Pero el jugador de 1.87 m y 103 kilos pronto impresionó, liderando a los Chiefs con 17 tacleos en el equipo especial en su año debut. Con el tiempo, el No. 59 emergió como un  referente en la defensa, siendo titular en 44 de los 59 partidos que jugó, incluyendo uno en la pasada temporada.

“Uno de los compañeros favoritos de todos los jugadores, incluyéndome a mí”, dijo Tony Moeaki en Twitter después de que se supo la noticia el sábado. “Gran gran gran compañero”.

A pesar de las muertes, Chiefs juega el domingo

Pocos, acaso nadie, saben exactamente por qué y cómo terminó la historia de Belcher. Pero Snapp, el vocero de la policía, dio algunas pistas.

Antes del sábado, el nombre de Belcher nunca fue detenido y la policía nunca tuvo que ir a la residencia en donde ocurrió la primera muerte. Pero luego supieron que el jugador y su novia “habían estado discutiendo”, incluyendo “antes de los disparos”, dijo Snapp.

La policía llegó en la mañana del sábado y halló a Perkins, oriunda de Texas, gravemente herida. Snapp dijo que la mujer fue trasladada a un hospital cercano y “murió poco tiempo después”.

Belcher condujo alrededor de ocho kilómetros al noroeste, hacia el Estadio Arrowhead. Estaba armado, pero nunca apuntó el arma a nadie más; en vez, les agradeció a sus estrenadores por lo que habían hecho por él, le dijeron las autoridades a KCTV, cadena afiliada de CNN.

“Los entrenadores dijeron que ellos nunca estuvieron en peligro. Él nunca los amenazó”, dijo Snapp.

“Habló por unos momentos, y luego se diparó”.

Con el disparo terminó todo. La bebé –que estaba en otro cuarto de la casa de Kansas City donde su madre fue herida fatalmente- quedó huérfana, y ahora está con unos familiares, dijo Snapp.

El área alrededor del estadio y la sede de prácticas de los Chiefs fueron cerradas durante una hora después del suicidio.

Pero seguramente estarán llenas de gente en la tarde del domingo. Los Chiefs, que luchan con dificultad esta temporada con un registro de un partido ganado y 10 derrotas, jugarán contra los Panthers de Carolina, como está programado, anunció la NFL.

El alcalde de Kansas City dijo el sábado que no había pensado mucho sobre si el partido debía ser cancelado o no. Pero no tiene dudas de la posición de los miembros de los Chiefs.

“Ellos creen que debe haber partido mañana”, dijo James. “Creo que ellos piensan que hay una obligación con las personas de esta ciudad, con los aficionados del equipo y del otro equipo, de superar esto y avanzar”.