EL CAIRO (CNN) — Los disturbios por las medidas tomadas por el presidente Mohamed Morsi para obtener más facultades han provocado más muertes en Egipto, otra deserción clave y una escena similar a una zona de guerra.
Tanques y vehículos blindados se desplazaron a las zonas aledañas al palacio presidencial este jueves, con la misión de generar algo de calma en el centro de la agitación.
Pilas de escombros y vehículos incendiados pueden verse en las calles. Las puertas principales de varios negocios están rotas.
Al menos cinco personas han muerto y 446 han resultado heridas en los enfrentamientos entre los seguidores y los opositores al presidente afuera del palacio, informó este jueves el Ministerio de Salud. Entre los lesionados hay unos 35 policías, según la agencia estatal de noticias MENA.
Los disturbios se intensificaron desde este miércoles luego de una semana de manifestaciones pacíficas en El Cairo. Simpatizantes y críticos de Morsi se lanzaron bombas Molotov, piedras y fuegos artificiales frente al palacio.
Quienes protestan contra el presidente están enojados por un decreto reciente que otorga a las decisiones del mandatario inmunidad judicial hasta la aprobación de una nueva Constitución.
También denuncian una propuesta de Constitución —elaborada por un consejo dominado por islámicos— que, temen, le dé aún más poder a Morsi.
Pero el presidente ha dicho que su decreto fue diseñado para proteger el espíritu del levantamiento popular de 2011 que derrocó a Hosni Mubarak.
La mañana de este jueves, miles de seguidores del presidente rodearon el palacio; casi todos los manifestantes contra Morsi se habían dispersado.
Pero la conmoción continúa en el círculo cercano a Morsi. Mohammed Seif se convirtió en el cuarto consejero presidencial en renunciar durante los conflictos, informó este jueves la agencia estatal EgyNews.
Otro exconsejero, Amr Ellissy, indicó a través de Twitter que renunció “en protesta por la declaración constitucional y el hecho de que no fui consultado para estas decisiones”.
Pero Morsi intenta llegar a sus opositores.
El vicepresidente Mahmoud Mekki pidió un diálogo con figuras de la oposición y pidió a los críticos enviar sus propuestas para cambiar los artículos en disputa de la Constitución propuesta.
El presidente emitirá un mensaje a la nación este jueves, informó el jefe de su equipo, Refaa El Tahtawy. El asistente dijo que el discurso incluiría noticias importantes, pero no especificó de qué se trataba.
Mientras, persiste la duda sobre quién es responsable de las revueltas.
“Señalamos a las figuras de la oposición, a Sabbahi y ElBaradei, como totales responsables por la escalada de violencia e incitar a sus seguidores”, indicó la Hermandad Musulmana en un tuit, refiriéndose a los líderes opositores Hamdeen y Mohamed ElBaradei.
Morsi, el primer presidente elegido libremente por los egipcios, fue líder de la Hermandad Musulmana antes de ganar la presidencia en junio, cuando renunció al movimiento y al Partido de la Libertad y la Justicia para representar a todos los ciudadanos, dijo en aquel momento.
Pero algunos dicen que él no representa la voluntad de la gente.
“Esto no es lo que pedimos”, dijo un manifestante. “Es una completa dictadura”.
Sin embargo, la poderosa Hermandad Musulmana desacredita a los manifestantes calificándolos de “matones” que tratan de derrocar al presidente.
Hombres armados y enmascarados saquearon e incendiaron oficinas del Partido Libertad y Justicia, brazo político de la Hermandad Musulmana, en las ciudades de Suez e Ismailia la noche de este miércoles, dijo el vocero del partido Ahmed Sobea.
Los enfrentamientos ocurren mientras Egipto espera un referéndum programado para el 15 de diciembre sobre la propuesta de Constitución.
Los líderes de la oposición están preparados para abrir las negociaciones con Morsi si retira su decreto y retrasa el referéndum, dijo ElBaradei, líder del Partido Constitución y condecorado con el premio Nobel de la Paz.
Pero el presidente aseguró que el referéndum tendrá lugar según lo planeado.
Los jueces egipcios y los medios de comunicación, al igual que grupos políticos liberales han protestado contra el decreto de Morsi y la Constitución propuesta, argumentando que contradice los objetivos de la revolución del año pasado que puso fin a un régimen que había gobernado al país durante 30 años.