(CNN) — Es una estadística que hemos escuchado con demasiada frecuencia y por demasiado tiempo. Dos terceras partes de los adultos estadounidenses tienen sobrepeso u obesidad y el problema no hace más que empeorar.
Incluso Coca-Cola, la mayor compañía fabricante de bebidas del mundo está llamando a la obesidad “el problema de esta generación”.
El lunes, la marca más valiosa del mundo se unió por fin a la lucha al presentar una campaña publicitaria con la que busca “redoblar sus esfuerzos para trabajar con las comunidades, empresas y líderes del gobierno estadounidense para encontrar soluciones significativas al complejo reto que presenta la obesidad”.
El primer comercial de la campaña, un video de dos minutos de duración titulado Coming Together, empieza con una voz en off que dice: “Durante 125 años hemos reunido a la gente. Hoy, nos gustaría que la gente se una en un tema que nos concierne a todos: la obesidad”.
Los spots se transmitirán por televisión –también por CNN– a partir de esta semana.
Coca-Cola indica en el video que ofrece 180 bebidas bajas en calorías y sin calorías entre las más de 650 bebidas que ofrece.
A lo largo del año pasado, la Coca fue el principal blanco de los crecientes ataques en una cruzada en contra de la obesidad, encabezada en gran parte por el Centro para la Ciencias en el Interés Público, también conocido como el CSPI.
Michael Jacobson, director ejecutivo del CSPI, se presentó en octubre en el programa de CNN, Sanjay Gupta, M.D., y reconoció que el consumo de azúcar y refrescos está en decadencia.
“Pero”, dijo, “la comunidad científica ha… llegado al consenso de que está demostrado que los refrescos son el alimento o bebida que provoca aumento de peso y obesidad. Si vamos a lidiar con esta epidemia de obesidad, por ahí debemos empezar”.
El CSPI arremetió con todo en octubre al presentar The Real Bears, “un corto animado que anima a los estadounidenses a tirar sus refrescos”. Las estrellas son los Real Bears, que se parecen a los icónicos osos polares de Coca-Cola.
El director del video fue Alex Bogusky, el creador de la campaña antitabaco Truth, y presenta una canción original, Sugar, compuesta por el músico ganador del Grammy, Jason Mraz.
En respuesta, Coca-Cola emitió una declaración que decía: “Esto es irresponsable y es la clásica fanfarronería del CSPI. Eso no ayudará a nadie a entender el equilibrio de la energía, que es vital de acuerdo con los expertos reconocidos que han estudiado este tema, un grupo en el que el CSPI no está involucrado. Se ha dicho suficiente”.
En su nueva campaña, Coca-Cola pone énfasis en la opinión de que “derrotar a la obesidad requerirá de que todos entremos en acción con base en un hecho sencillo y sensato: todas las calorías cuentan, sin importar de donde provengan… Si comes y bebes más calorías de las que quemas, subirás de peso”.
La razón por la que el refresco y otras bebidas azucaradas han ocupado la primera fila en la llamada “guerra contra el azúcar” es el ritmo dañino al que se absorben, dijo Robert Lustig, pediatra endocrinólogo de la Universidad de California en San Francisco y autor del nuevo libro: Fat Chance: Beating the Odds Against Sugar, Processed Food, Obesity, and Disease (Pocas probabilidades: vencer al azúcar, los alimentos procesados, la obesidad y las enfermedades).
“La razón por la que consumes azúcar en forma de frutas y no como jugo (o refresco)… es porque la fibra ayuda a disminuir el ritmo al que se absorbe desde el intestino hacia el torrente sanguíneo”, dice Lustig. “Cuando lo transformas en jugo, todo se absorbe, tu hígado se sobrecarga y te enfermas”.
A través de un comunicado emitido el lunes, el CSPI señaló que la nueva campaña publicitaria de la Coca es “simplemente una maniobra de control de daños, no una contribución significativa en la lucha contra la obesidad. Lo que la industria está tratando de hacer es anticiparse a las posturas políticas sensatas respecto a la reducción del consumo de bebidas azucaradas, entre las que se contemplan impuestos, mayor exclusión de instalaciones públicas y límites a las porciones como la que propuso el alcalde (Michael) Bloomberg”.
El 13 de septiembre, Bloomberg, alcalde de Nueva York, obtuvo la aprobación de la junta de salud sobre su propuesta para prohibir la venta de bebidas azucaradas en recipientes de más de 455 mililitros en restaurantes y otros comercios.
Durante una entrevista en exclusiva con Gupta, después de que la junta aprobara la prohibición, Bloomberg subrayó la importancia de controlar las porciones.
“Puedo decirte –y creo que hablo en nombre de casi todos—que si está frente a mí, me lo como”, dijo Bloomberg. “Me encantan los Cheez-Its. Si pones frente a mí una caja de un kilo de Cheez-Its, probablemente me los comeré todos. Eso no es muy bueno para ti. Pero si comes (casi) cualquier cosa con moderación, no hace daño”.
Jacobson dijo a Gupta que un refresco, de vez en cuando desde luego, podría formar parte de una dieta saludable. “No queremos eliminar los refrescos”, dijo. “Pero nos gustaría ver que los refrescos volvieran a asumir el rol nutricional que jugaban en la década de 1950, ocasionalmente y en porciones pequeñas, (como) un antojo especial. Actualmente, la gente bebe enormes contenedores de refresco prácticamente todos los días de su vida”.
Incluso Coca-Cola coincide en que esto es una mala idea. La empresa está a punto de presentar tamaños más pequeños con porciones controladas de sus bebidas más populares y promete que estarán en el 90% del país para finales del año.
“Nunca habíamos estado tan dispuestos a hacer nuestra parte para ayudar a abordar el problema de la obesidad”, dijo el portavoz de Coca-Cola, Ben Schleider, a través de un correo electrónico y agregó que “el 2013 será un año significativo por la expansión de las alianzas y los esfuerzos para educar a los consumidores acerca del equilibrio de la energía”.
Sin embargo, lo más importante es algo que Coca-Cola ya hizo: tomar la decisión de poner conteos de calorías al frente de sus botellas y latas para facilitar a los consumidores la toma de decisiones informadas.