(CNNMéxico) – El vicepresidente Nicolás Maduro rindió cuentas del gobierno venezolano ante la Asamblea Nacional a nombre del presidente Hugo Chávez y afirmó que con el acto se cumplió “de manera impecable” con la constitución del país.
“Estamos cumpliendo por parte del presidente entregar por escrito el informe que se ha elaborado del gobierno revolucionario que él preside”, aseguró Maduro ante los legisladores venezolanos.
Maduro llegó al recinto momentos antes acompañado por el líder de la Asamblea, Diosdado Cabello, otro de los hombres cercanos al presidente Hugo Chávez.
Según el vicepresidente, la entrega de la “memoria y cuenta” que hizo del gobierno venezolano cumple con el artículo 237 constitucional, que exige una rendición de cuentas de la administración dentro de los primeros 10 días siguientes a la instalación de la Asamblea Nacional.
En su breve discurso, Maduro anunció la designación de Elías Jaua como canciller como una decisión transmitida por el presidente Chávez, quien “va remontando la cuesta” por el cáncer que padece, dijo.
Maduro descartó una rivalidad con Diosdado Cabello y acusó esto como un rumor fomentado por los medios de comunicación “de la burguesía”. “Nosotros estamos unidos desde el corazón y estamos unidos en la lealtad a un hombre que tiene el mando supremo, que es el presidente Hugo Chávez”, dijo
La rendición de cuentas del gobierno a cargo del vicepresidente fue criticada por figuras de la oposición. El diputado opositor Hiram Gaviria dijo previamente que si Maduro acudía al acto “estaría usurpando funciones que no le corresponden”, según EFE.
La polémica ocurre días después del inicio del nuevo periodo de gobierno de Chávez, para el cual debía tomar juramente el 10 de enero ante la Asamblea Nacional. El mandatario permanece en Cuba bajo tratamiento médico después de ser sometido a una cirugía el 11 de diciembre debido a un tipo de cáncer que presenta.
El Tribunal Superior determinó en las vísperas de la toma de posesión que no era necesaria la presencia de Chávez, lo cual fue calificado como una “movida del centralismo” por el líder opositor Henrique Capriles.