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BAMAKO (CNN) — Los soldados de Malí han llevado a cabo una serie de ejecuciones en su intento de hacer retroceder a los militantes islamistas que han estado avanzando desde el norte, informó un grupo de derechos humanos este jueves.

La ofensiva militar contra los militantes, que incluyen a grupos vinculados a al Qaeda y a los rebeldes yihadistas étnicos tuareg, se ha incrementado en las últimas dos semanas, con el apoyo de Francia y otros aliados internacionales.

Los refugiados cuentan historias terribles de la vida que llevan bajo el dominio los militantes islamistas que ocupan el norte de Malí con mano de hierro.

Pero la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH), con sede en Francia, dijo que estaba “muy alarmada” por los informes de que los soldados malienses están llevando a cabo ejecuciones extrajudiciales y abusos en contraofensiva.

La FIDH denuncia que las víctimas de estos abusos han sido cualquier persona que sea “acusado de complicidad con los yihadistas o elementos infiltrados, las personas en posesión de armas, personas que no tienen pruebas de su identidad durante patrullajes militares o simplemente gente que pertenece a ciertos grupos étnicos”.

El grupo dijo que se había confirmado que las fuerzas malienses han llevado a cabo numerosas ejecuciones en la zona de conflicto principal entre el norte y el sur, especialmente en las ciudades de Sevare, Mopti y Niono.

“En Sevare, al menos 11 personas fueron ejecutadas en el campo militar, cerca de la estación de autobuses y cerca del hospital”, dijo la FIDH.

Información confiable indica que hubo “cerca de 20 ejecuciones más en la misma zona donde los cuerpos se dice que han sido enterrados apresuradamente, en particular en pozos. En la región de Niono, los soldados mataron a dos malienses de origen tuareg”.

El grupo dice que también se ha hablado de otras ejecuciones en el centro de Malí, y documenta el saqueo de casas de los tuareg casas por soldados del gobierno.

Un vocero militar de Malí declinó hacer comentarios sobre el expediente por las denuncias del grupo de derechos.

La FIDH pide la creación inmediata de una comisión de investigación independiente “para evaluar el alcance de estos abusos y sancionar a los responsables.”

Aunque los políticos malienses y francesas y funcionarios militares han pedido en repetidas ocasiones el respeto del derecho internacional humanitario y los derechos humanos, la FIDH dice que está preocupado por la falta de control de estas violaciones denunciadas.

Extremistas islámicos han forjado un gran refugio en el norte de Malí e impusieron una interpretación estricta de la ley islámica. Prohibieron la música, fumar, beber y ver deportes en la televisión. También destruyeron tumbas y santuarios históricos.

Un equipo de la CNN en Malí ha escuchado informes anecdóticos de los abusos. Varios habitantes han mostrado odio generalizado hacia los tuareg en Malí, y muchos los culpan por el conflicto actual en el país del noroccidente africano.

La participación de Francia en Malí comenzó el día después de que militantes dijeron 10 de enero que se habían apoderado de la ciudad de Konna, al este de Diabaly, en el centro de Malí, y estaban listos para avanzar hacia el sur hacia Bamako.

Esos acontecimientos avivó el temor entre los expertos de seguridad global que Malí podría convertirse en un nuevo centro para el terrorismo.

La FIDH es un organismo multinacional de derechos humanos compuesto por 164 grupos de todo el mundo, con delegaciones en Naciones Unidas en Ginebra, la Unión Europea en Bruselas y en la Corte Internacional de La Haya.