Un hombre muestra los daños causados a una casa por un tractor israelí en Jerusalén Oriental.

Por Joe Sterling y Kareem Khadder

(CNN) — Los asentamientos israelíes han tenido un “alto costo” para los derechos y la soberanía de los palestinos, de acuerdo con un reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitido este jueves.

El reporte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU enumeró varios derechos que han sido violados en la Ribera Occidental del Jordán y el este de Jerusalén durante las “anexiones progresivas” por parte de Israel.

La lista de derechos afectados incluye la “autodeterminación, la no-discriminación, libertad de movimiento, igualdad, el debido proceso, juicio justo, no ser detenido arbitrariamente, libertad y seguridad personal, libertad de expresión, libertad de acceso a lugares de culto, educación, agua, vivienda, un nivel adecuado de vida, propiedad, acceso a recursos naturales”.

“Los asentamientos son establecidos para beneficio exclusivo de los judíos de Israel; los asentamientos han sido mantenidos y desarrollados a través de un sistema de segregación total entre sus habitantes y el resto de la población”, según el reporte.

“El sistema de segregación es apoyado y facilitado por un estricto control militar y la aplicación de la ley en detrimento de los derechos de la población palestina”.

Los palestinos recibieron bien el reporte, que llama a detener la actividad de los asentamientos y pide a los habitantes dejarlos.

El gobierno de Israel, que desde hace tiempo considera que el Consejo de Derechos Humanos es “sistemáticamente unilateral y sesgado”, indicó que el reporte afectará los esfuerzos de paz. Las autoridades del país no cooperaron con una misión de tres personas de las Naciones Unidas, cuyos miembros son de Francia, Pakistán y Botswana.

El reporte de la ONU fue emitido luego de que Israel no se presentó a una revisión del organismo internacional sobre su historial de derechos humanos.

“La única forma de resolver los asuntos pendientes entre Israel y los palestinos, incluido el tema de los asentamientos, es a través de negociaciones directas sin precondiciones”, dijo Yigal Palmor, vocero del Ministerio del Exterior de Israel. “Medidas contraproducentes, como el reporte que tenemos ante nosotros, solo obstaculizarán los esfuerzos por encontrar una solución duradera al conflicto israelí-palestino”.

Existen cerca de 250 asentamientos en la Rivera Occidental y el este de Jerusalén, de acuerdo con el informe. Estos comenzaron cuando Israel incautó tierras durante la Guerra de los Seis Días, en 1967. Actualmente viven ahí cerca de 320,000 personas y otras 200,000 en el este de Jerusalén.

Tras la guerra, Israel anexó el este de Jerusalén. Estableció un Jerusalén unificado como su capital y durante décadas ha construido asentamientos en la Ribera Occidental, un territorio palestino.

La falta de capacidad de Israel y los palestinos de alcanzar un acuerdo político sobre la Rivera Occidental y Jerusalén ha sido uno de los mayores obstáculos para alcanzar la paz en la región.

El reporté de la ONU citó evidencia de “despojos, desalojos, demoliciones y desplazamientos”, particularmente en el este de Jerusalén.

También mencionó la existencia de violencia por parte de judíos. Asegura que el acoso de palestinos está “institucionalizado” y que las mujeres que están solas en casa, los beduinos y otros “grupos vulnerables son un objetivo fácil de violencia para los colonos”.

“La identidad de los colonos que son responsables de violencia e intimidación es conocida por las autoridades israelíes; aún así, estos actos siguen en la impunidad”, según el reporte. “El objetivo detrás de la violencia y la intimidación contra los palestinos y sus propiedades es alejar a las poblaciones locales de sus tierras y permitir la expansión de los asentamientos”.

La misión enviada al lugar señaló que las autoridades buscan a “un elevado número de niños” por “ofensas menores”.

“Invariablemente son maltratados, se les niega el debido proceso y un juicio justo”, según el reporte. En violación a las leyes internacionales, son “transferidos a centro de detención en Israel”.

También menciona que Israel falla al garantizarles su derecho a la educación. “Los niños sufren acoso, violencia y encuentran obstáculos para acudir a instituciones de educación”, según el reporte.

Además, advierte que Israel debe cumplir con la Cuarta Convención de Ginebra, la cual establece que las potencias ocupantes no deben transferir parte de su población civil al territorio ocupado. Llama a detener la actividad de los asentamientos y que Israel “debe iniciar un proceso inmediato de retiro de los colonos”.

Hanan Ashrawe, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación Palestina, calificó el reporte como “valiente”. “Toma nota de que la violencia de los colonos es grave y está dando lugar a una limpieza étnica”.

“En lugar de boicotear al Consejo de Derechos Humanos, Israel debería cumplir las recomendaciones. De otra forma, seguirá aislándose fuera de la ley y seguirá deslegitimizando su comportamiento en todos los aspectos de la ocupación”, dijo.