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(CNN) — Los médicos forenses confirmaron este jueves que el cuerpo carbonizado encontrado en una cabaña cerca de Big Bear Lake, California, es el de Christopher Dorner, el expolicía que mató a cuatro personas e hirió a otras tres en una venganza en contra de sus antiguos colegas, de acuerdo con las autoridades.

Los restos fueron identificados en una autopsia a por medio de una revisión de sus piezas dentales.

El anuncio de las autoridades del Condado de San Bernardino llegó después de que este martes se registrara una balacera, y de que se incendiara una cabaña en las montañas del este de Los Angeles.

En un inicio hubo reportes contradictorios respecto a si había muerto Dorner en ese sitio, al que llegó tras el robo de un vehículo, una persecución y un enfrentamiento con policías, en la zona de Big Bear.

La historia de venganza de Dorner se remonta a 2009, cuando fue despedido del Departamento de Policía de Los Angeles, después de acusar a uno de sus oficiales de entrenamiento de patear a un sospechoso. Sus jefes consideraron que ese señalamiento era falso.

Acudió a los tribunales para impugnar su despido, pero no obtuvo éxito. Y, de acuerdo con la policía, inició una campaña de guerra de guerrillas en contra de la policía de Los Angeles.

Se planteó como objetivos a varios agentes que tuvieron relación con su caso, y a sus familiares.

Las autoridades indicaron que Dorner es sospechoso de dos asesinatos con disparos, el 3 de febrero: el de la hija de un integrante del sindicato de la policía, Monica Quan, y el de su novio, Keith Lawrence.

Los reportes oficiales dicen que luego mató a Michael Crain, un oficial de policía de Riverside, para luego dejar herido a otro agente, el 7 de febrero. Informaron que también hirió a un oficial de policía de Los Angeles, que lo persiguió en Corona

El relato de Dorner tuvo un final trágico, después de que la policía lo arrinconó tras lo cual murió en las montañas de San Bernardino, a unos 160 kilómetros de la ciudad que alguna vez prometió cuidar y servir.

El exoficial de la Marina se encerró en una cabaña después de tener un intercambio de disparos con la policía, que dejó a un oficial muerto y a otro herido. La cabaña se incendió cuando las autoridades lanzaron gas lacrimógeno contra él, según el sheriff de San Bernardino, John McMahon.

La madre de Dorner, Nancy Dorner, expresó sus condolencias por las víctimas de su hijo, en una declaración que le dio a Fox 11, en Los Angeles.

“Es con una gran tristeza que expresamos nuestro más sentido pésame y condolencias a cualquier persona que haya sufrido pérdidas o daños como consecuencia de los actos de Christopher. Nosotros no apoyamos las acciones de Christopher”, indicaron.

En un manifiesto donde expuso sus planes, Dorner dijo que no había cambiado nada con la policía de Los Ángeles, desde sus escándalos de la década de 1990, por corrupción y uso excesivo de la fuerza.

Esas acusaciones han provocado que algunos consideren que, a pesar de los cuatro asesinatos, Dorner buscaba justicia.

Erica Henry y Matt Smith contribuyeron con este reporte.