(CNNMéxico) — El viernes 22 de febrero de 2012, a las 8:28 de la mañana, ocurrió uno de los peores accidentes ferroviarios en la historia de Argentina. Un tren que transportaba alrededor de 1.500 pasajeros chocó contra el andén de la estación Once en Buenos Aires, Argentina.
A un año de la tragedia, familiares de las víctimas y sobrevivientes han criticado la actuación del gobierno argentino sobre la tragedia, “para el gobierno la tragedia no existió, es silenciada de manera metódica” y exigieron justicia en una rueda de prensa, de acuerdo con la agencia EFE.
Una de las heridas es Natalia Meza, quien tomó el tren en la estación de Merlo y viajaba en el primer vagón del ferrocarril. “Sentí que se me vino todo encima, veía todo oscuro”, dijo la joven a CNN en Español.
Natalia, de 28 años, pasó entre cuatro y cinco horas atrapada en el vagón, del cual fue sacada por paramédicos con fracturas en ambas piernas y cortes en la cabeza.
“Hubo un momento en que no pude respirar, tenía la mochila adelante y la tira me estaba ahorcando, yo me movía y abajo había un chico que me gritaba que no lo hiciera”, recuerda la joven que estuvo cinco meses internada y que en las ocho primeras semanas tenía grandes posibilidades de que le amputaran ambas piernas.
La joven continúa en rehabilitación porque aún le cuesta caminar y pide que se haga justicia para los fallecidos y heridos, señaló.
Este viernes, familiares y heridos se reunirán a las 8:28 de la mañana en el andén 2 de la estación Once, hora a la que se registró la tragedia, para leer poemas en memoria de los fallecidos. Y a las 19:00 horas (local) realizarán un acto en la Plaza de Mayo donde participarán diversos grupos musicales, informó José Manuel Rodríguez, corresponsal de CNN en Español en Buenos Aires.
En vísperas del primer aniversario, el Senado argentino recordó este jueves con un minuto de silencio a los fallecidos. El senador Gerardo Morales, del partido Unión Cívica Radical, leyó el nombre de cada una de las víctimas y subrayó la necesidad de homenajearlas, informó la agencia EFE.
Morales reclamó también la presencia en el Senado del actual ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y del secretario de Transporte, Alejandro Ramos, para dar respuesta a preguntas que, doce meses después, todavía no han quedado aclaradas.
Mientras que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, envío un “abrazo solidario” a los familiares de las víctimas. “Sé que la pérdida de un ser querido es irreparable e irrecuperable, pero ahí está la justicia para determinar responsabilidades”, dijo Fernández este jueves al inicio de un acto oficial, según EFE.
Los familiares convocantes del homenaje han pedido a los asistentes a ambos eventos excluir consignas políticas en los actos.
El martes, el juez que lleva el caso, Claudio Bonadio, lo elevó a juicio oral, lo que significa que los 28 procesados deberán defenderse en un juicio público. Entre los acusados se encuentran los exsecretarios de Transporte, Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime.
Así como el conductor del tren, Marcos Antonio Córdoba y los hermanos Mario y Claudio Sergio Cirigliano, dueños de la empresa concesionaria de la línea en el momento del accidente, llamada Trenes de Buenos Aires (TBA).
Tras la tragedia, sindicatos del sector manifestaron que habían denunciado la inseguridad del sistema ferroviario desde hace años. El entonces secretario de Transportes, Juan Pablo Schiavi, dijo que la máquina funcionaba bien, que había parado en las 14 anteriores paradas y que los problemas se centraron en los últimos 40 metros, cuando el tren circulaba a 20 kilómetros por hora, una velocidad unas cinco veces por encima de lo normal, antes de llegar a la parada de Once.
Sus declaraciones generaron la indignación popular al asegurar que, si el siniestro se hubiera producido en un día festivo no habría pasado a mayores y que la tragedia fue más grave por la “costumbre” de los argentinos de viajar en los primeros vagones.
A un año del accidente, el experto ferroviario, Agustin Campero, considera que aún hay mucho por hacer. “Hay una falta de inversión, una falta de control y falta de sanciones sobre los responsables administrar el sistema ferroviario, las distintas líneas, que provoca que cada vez sea más inseguro” aseguró a CNN en Español.