HONG KONG (CNN) — Los ambientalistas y autoridades balleneras japonesas informaron de nuevos enfrentamientos en aguas antárticas, con cada lado acusando al otro de provocar colisiones peligrosas entre buques.
Los reclamos conflictivos siguen las palabras duras y amenazas de acción legal intercambiados entre las dos partes la semana pasada en medio de los intentos para impedir a los barcos japoneses la caza anual de ballenas.
El Instituto de Investigación de Cetáceos (ICR, por sus siglas en inglés), que lleva a cabo actividades de caza de ballenas bajo la autoridad del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca, acusó a los barcos de la organización ecologista Sea Shepherd de “sabotaje”.
En un intento de la nave principal de la flota ballenera, el Nisshin Maru para abastecerse de combustible, tres barcos de Sea Shepherd se acercaron al ballenero y dos de ellos golpearon en cinco ocasiones a este navío y a otro que le suministraba combustible.
Conflicto de cuentas
Pero la división australiana de Sea Shepherd respondió con una versión diferente de los hechos, diciendo que el Nisshin Maru había causado las colisiones.
El grupo indicó que un barco de Sea Shepherd, el Bob Barker, se convirtió en “sándwich” entre el Nisshin Maru y el tanque de combustible después de posicionarse para bloquear la carga de combustible.
También alegó que el Nisshin Maru embistió otro barco de Sea Shepherd, el Simon Sam “causando daños en el casco a lo largo de la mayor parte de la banda de babor del buque y rompiendo su cúpula satelital de comunicaciones”.
No se reportaron heridos en los enfrentamientos, pero el Nisshin Maru “decidió interrumpir su procedimiento de reabastecimiento de combustible debido al comportamiento extremadamente peligroso y temerario” de los barcos de Sea Shepherd, dijo el ICR. Los equipos aún están determinando en qué medida el Nisshin Maru y el buque de reabastecimiento fueron dañados, dijo.
Las dos partes también intercambiaron acusaciones sobre el uso de cañones de agua y cuerdas hasta las hélices de los barcos.
Sea Shepherd dice que la presencia del camión cisterna de combustible en la zona es ilegal, pero el ICR dice que es “esencial para la seguridad de la navegación” de sus buques, que están llevando a cabo una “actividad perfectamente legal”.
Amenazas legales
El gobierno australiano calificó la semana pasada a las actividades japonesas en el Océano Austral de “inaceptables” y se comprometió a seguir adelante con una acción legal internacional para detener la caza anual de ballenas. Los comentarios se produjeron después de que informó de enfrentamientos en los que Sea Shepherd bloqueó un intento previo de reabastecimiento de combustible.
Sea Shepherd dijo que los barcos japoneses se habían inmiscuido en aguas territoriales australianas y violó el derecho internacional y australiano.
Pero el ICR dijo a un tribunal de EU que ha prohibido a Sea Shepherd amenazar las operaciones de los buques balleneros o que naveguen a menos de 500 metros de ellos. Detalló que presentará “pruebas adicionales” a la corte sobre el último incidente.
El primer ministro de Nueva Zelandia, John Key, pidió que la “cabeza fría” prevalezca en la tensa situación en el Océano Austral, informó la emisora local TVNZ.
Japón caza ballenas cada año a pesar de la moratoria mundial, utilizando una laguna en la ley que permite matar a los mamíferos para la investigación científica. La carne de ballena es comúnmente disponible para el consumo en Japón.
Cada año, los grupos ambientales como la Sea Shepherd se enfrentan con los cazadores de Japón en un drama de alta mar que ha llevado a las colisiones de buques, la detención de activistas y bombas de humo lanzadas entre los grupos.
Yoko Wakatsuki y Neda Farshbaf contribuyeron con este reporte.