(CNNEspañol) – Benedicto XVI dejó oficialmente de ser papa de la Iglesia Católica a las 8:00 pm (hora local) de este jueves 28 de febrero, cuando entró en vigor su renuncia como sucesor de Pedro, luego de casi ocho años de pontificado.

Horas antes, el papa había llegado a su morada de retiro, en Castelgandolfo, donde dijo sus últimas palabras en público: “Queridos amigos, estoy muy contento de estar con vosotros, rodeado por la belleza de la creación y por vuestra simpatía que me hace sentir bien. Gracias por vuestra amistad, por vuestro afecto. Sabéis que para mí este día es distinto de los demás: no soy Pontífice Supremo de la Iglesia Católica… Soy, simplemente un peregrino que empieza la última etapa de su peregrinación en esta tierra”.

“Pero quisiera todavía, con mi corazón, con mi alma, con mis oraciones, con mis reflexiones, con toda mi fuerza interior, trabajar por el bien común y el bien de la Iglesia y de la humanidad. Y me siento muy apoyado por vuestra simpatía. Vayamos adelante con el Señor, por el bien de la Iglesia y del mundo”, agregó

Hablando desde un balcón de la residencia de verano de los papas, hizo la señal de la cruz para bendecir a la multitud y desapareció en el edificio.

Esta mañana el papa describió la Iglesia como un “ente vivo” que se transforma y que nunca permanece igual: “Es un cuerpo vivo, animado por el Espíritu Santo”, dijo en un acto muy breve donde se despidió de los cardenales.

Benedicto XVI ambién ofreció su obediencia incondicional al futuro papa.

El Papa abandonó definitivaments el Palacio Apostólico. En un coche azul acompañado por los coches de policía recurrió al helipuerto vaticano. Con el Papa en el coche viajó el Secretario de Estado Vaticano Tarcisio Bertone, quien será el cardenal camarlengo durante el período de sede vacante.

Una pancarta de agradecimiento fue mostrada en lugar, mientras doblaban las campanas de la Basílica de San Pedro.

El secretario personal del Papa, Monseñor Georg Gaenswein y el chofer estaban llorando.

Luego se montó en el helicóptero y partió a Castel Gandolfo. El helicóptero arribó tras un recorrido de 23 kilómetros.

Bnedicto XVI salió para subir al coche que lo condujo a la que será su residencia durante los próximos dos meses.

Antes, el papa se dirigió a los fieles agolpados alrededor de la plaza y dijo: “Quisiera con todas mis fuerzas interiores continuar trabajando por el bien común de la iglesia y la humanidad”. Y terminó con una bendición final: “En el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

Antes de partir el papa escribió su último tuit:

Antes, los cardenales, obispos y empleados congregados en el patio de San Dámaso recibieron a Benedicto XVI con una fuerte salva de aplausos. Algunos cargos de la curia se acercaron a despedirse del Pontífice.

La última vez que un papa renunció fue Celestino V, en 1294.

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