Buenos Aires (CNN) – Poco menos de una hora después de enviar una carta a los líderes de la Iglesia católica argentina en 2010, donde criticaba cómo estaban manejando el debate sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo, sonó el teléfono de Marcelo Márquez.

Le sorprendió escuchar la voz al otro lado de la línea. Era Jorge Mario Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, y ahora el papa número 266.

Lo que Bergoglio dijo en la reunión que tuvieron poco después lo sorprendió más. Habían transcurrido meses de críticas públicas de parte de funcionarios de la iglesia sobre la presión para legalizar los matrimonios homosexuales en el país sudamericano.

“Me dijo, ‘estoy a favor de los derechos de los homosexuales y en cualquier caso, también apoyo las uniones civiles de los homosexuales, pero creo que Argentina no está lista para el matrimonio legal’”, dijo Márquez, un activista a favor de los derechos homosexuales, y quien se describe como un devoto católico y exprofesor de teología en un seminario católico.

Como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio era uno de los líderes de la Iglesia Católica en contra de la legalización del matrimonio homosexual en Argentina. El arzobispo se involucró una notoria guerra de declaraciones con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, quien apoyaba la medida.

Francisco se puso en medio de la discusión al llamar a la propuesta legislativa “un plan para destruir el plan de Dios”.

Con un contragolpe de primera página, la presidenta dijo que la iglesia tenía “actitudes reminiscentes de los tiempo medievales y la inquisición”.

Algunos señalan esta discusión pública como evidencia de los puntos de vista conservadores de Bergoglio.

Pero a puerta cerrada, según Márquez, el hombre que se convertiría en papa parecía estar más abierto a discutir el tema.

En otra reunión, Bergoglio le dijo que siempre había tratado a las personas homosexuales con respeto y dignidad.

“He acompañado a muchas personas homosexuales durante mi carrera para atender sus necesidades espirituales”, decía Bergoglio en esa época, según Márquez.

Bergoglio habría hecho eco de su apoyo a las uniones civiles en otros círculos.

De acuerdo con una historia publicada por el New York Times este miércoles, Bergoglio también le dijo a obispos reunidos en 2010 que la iglesia debería apoyar las uniones civiles de las parejas homosexuales.

CNN no pudo confirmar de forma independiente ese reporte.

Un funcionario del Vaticano dijo que no podía confirmar ni negar el reporte en este momento, y añadió que en caso de que el papa Francisco hubiera expresado esa opinión como cardenal, se le debe dar tiempo para desarrollar su posición política como pontífice.

Argentina aprobó una ley que legalizó el matrimonio de personas del mismo sexo en julio del 2010.

A pesar de que Bergoglio fue uno de los mayores oponentes, Márquez dijo este miércoles que espera que el pontífice siga abierto al debate, justo como parecía estarlo hace algunos años en Buenos Aires.

“Vamos a tratar de dialogar con el Papa”, aseguró Márquez. “Es atemorizante, pero creo que se debe hacer”.

José Manuel Rodríguez reporteó desde Buenos Aires y Rafael Romo desde Atlanta. Catherine E. Shoichet, de CNN, escribió la historia en Atlanta. Hada Messia y Mariano Castillo contribuyeron con la historia desde Atlanta.