Por Tom Cohen, CNN
(CNN) – La buena noticia: las probabilidades de que un asteroide lo suficientemente grande para destruir un continente o toda una civilización golpee a la Tierra este año es sólo una en 20.000, informó un panel del Congreso estadounidense este martes.
La mala noticia es que el gobierno estadounidense necesita gastar miles de millones de dólares en los próximos años para generar nueva tecnología que prevenga una posible catástrofe, a pesar de la baja probabilidad de que suceda, según los expertos del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Estados Unidos.
“Las probabilidades son muy pequeñas, pero las consecuencias potenciales de un acontecimiento así son tan grandes, que tiene sentido tomar el riesgo como algo serio”, afirmó John Holdren, quien dirige la Oficina de Política en Ciencia y Tecnología del presidente Barack Obama.
Los esfuerzos actuales para detectar y analizar posibles amenazas del espacio como el meteoro que explotó sobre Rusia el mes pasado y que lesionó a más de 1.000 personas y causó millones de dólares en daños, han avanzado, dijo al comité el administrador de la NASA, Charles Bolden.
Los científicos identificaron 95% de asteroides cuyo diámetro es mayor a los 0,8 kilómetros; el tipo de asteroides que amenaza la existencia humana si chocan con la Tierra (como el de 9,6 kilómetros de ancho que se cree acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años). Los científicos concluyeron que ninguno tenía una ruta de colisión con nuestro planeta.
Sin embargo, los esfuerzos de detección fueron menos exitosos para meteoros más pequeños que aún pueden causar pérdidas de vida importantes y daños, como el que cayó en Rusia.
Sólo el 10% de los meteoros de más de 137,1 metros de ancho (llamados “potenciales aniquiladores de ciudades” por Holdren), han sido detectados, lo que significa que más de 10.000 meteoros están allá afuera sin que lo sepamos, dijo.
Si los científicos detectaran un asteroide importante que se dirigiera a la Tierra ahora, tomaría al menos cinco años desarrollar un sistema de defensa efectivo para alterar su curso o posiblemente destruirlo, sin importar cuánto dinero se gaste, según Holdren y Bolden.
Los planes del gobierno para reforzar las capacidades de detección y mitigación incluyen un sensor infrarrojo que orbitaría Venus, así como un sistema láser u otro método para desviar cualquier meteoro amenazante de la Tierra, dijeron.
“Realmente necesitamos tener activos en el espacio”, dijo Bolden sobre el sensor infrarrojo que costaría más de 500 millones de dólares.
Otro objetivo de la NASA aprobado por Obama es enviar, por primera vez en la historia, a un astronauta a un asteroide en 2025, un proyecto que costaría 2.000 millones de dólares, dijo.
Cuando los miembros del panel preguntaron sobre los efectos de los recortes forzosos de gasto este año debido a la incapacidad del Congreso para llegar a un acuerdo financiero, todos describieron impactos fuertes.
“Casi todos mis momentos de trabajo en estos días están consumidos con este tema”, dijo el general William Shelton, comandante del Comando de la Fuerza Aérea Espacial de Estados Unidos, sobre los recortes de gastos que entraron en vigor el 1 de marzo. Añadió que “claramente somos menos capaces”.
Bolden señaló que el presupuesto de la NASA para detectar Objetos Próximos a la Tierra se multiplicó en años recientes para alcanzar más de 20 millones de dólares en 2012. Ahora, dijo, el Congreso necesita al menos mantener esos fondos para prevenir el estancamiento o, peor aún, la atrofia.
“Esto es realmente importante y tiene que ser continuo”, dijo.