Por Silvina Moschini, especial para CNN

Nota del Editor: Silvina Moschini es consultora en temas de Internet, tecnología, relaciones públicas y redes sociales. Es también fundadora de la agencia de medios sociales Intuic y co-fundadora de TransparentBusiness.com.

Mientras que las redes sociales y aplicaciones de mensajería suelen registrar todo el contenido que pasa por ellas, aplicaciones que eliminan sin dejar rastro los mensajes e imágenes unos segundos luego de ser vistos tienen cada vez más éxito.

La mayoría de las redes sociales se caracterizan por almacenar constantemente toda la información que se genera en ellas, incluyendo fotos, actualizaciones e incluso mensajes de chat. Sin embargo, otro tipo de aplicación está creciendo y se destaca precisamente por todo lo contrario.

SnapChat y BlinkMe son redes sociales que no archivan los mensajes, convirtiéndose en la antítesis de las redes anteriores. Los mensajes enviados en ambas plataformas son eliminados pocos segundos después de su publicación, e incluso las fotos se autodestruyen.

La filosofía de estas aplicaciones es captar y compartir momentos, sin preocuparse porque las fotos o comentarios sean bochornosos o avergonzantes. En dos años, SnapChat, aplicación creada por dos jóvenes de Stanford, ha sido utilizada por el 12% de los usuarios de iOS en Estados Unidos, según datos de Onavo. Quizá el éxito se deba a que en el contexto actual, en el que muchas cosas que solían ser privadas ahora son expuestas en público, las personas buscan nuevamente algo de privacidad.

BlinkMe, por su parte, es una aplicación similar pero con la particularidad de haber sido desarrollada en América Latina. Sus creadores son un grupo de emprendedores chilenos, uno de ellos de solo 22 años de edad. La idea surgió cuando el creador y su grupo de amigos se metieron en problemas por una foto que enviaron en sus vacaciones y pensaron en la necesidad de poder compartir imágenes divertidas sin tener que pensar en las repercusiones. Durante su período de prueba, la aplicación atrajo la curiosidad de más de 3 mil usuarios.

En un mundo en el que se está acostumbrado a que todo quede registrado y que cada cosa pueda ser consultada y reproducida hasta el cansancio, este tipo de aplicación parece llegar a romper una regla. La posibilidad de compartir una imagen sin la necesidad preocuparse por el manejo que el receptor haga de esa información tal vez sea un retorno a otro tipo de comunicación más fugaz y espontáneo.

Las imágenes de aplicaciones como BlinkMe y Sanpchat duran entre 3 y 5 segundos. Luego, sólo permanecen en la memoria de quien las vio. “Este entretenido emprendimiento traerá una nueva manera de compartir aquellas fotografías que sólo pueden ver algunos… y por breves segundos.”, se promociona BlinkMe. Tal vez sea el momento de volver a pensar qué debe guardarse y qué no, una vez que ya se ha pasado por la experiencia de dejar todo registrado.