(CNN) — Hace dos meses, un fiscal de distrito de Texas prometió erradicar a la “escoria” que había matado a uno de sus máximos subalternos. Ahora, él y su esposa están muertos, y las autoridades desconocen si los crímenes son parte de un ataque más amplio contra funcionarios de justicia.
Los cuerpos de Mike McLelland y su esposa, Cynthia, fueron hallados el sábado en su casa en el condado de Kaufman, en el este de Dallas.
“No conozco a nadie que quisiera causarle daño”, dijo el alcalde de Kaufman, William Fortner. “Por lo que puedo decir, estaba haciendo un muy buen trabajo como fiscal de distrito”.
Fortner dijo que la policía toma “precauciones extra” para tratar de asegurarse de que nadie más sea atacado. “Perdimos a gente importante, y esperamos que los asesinos sean atrapados antes de que se pierda más gente”, dijo.
Un funcionario policial dijo al The Dallas Morning News que la puerta aparentemente había sido pateada y que “había casquillos por todos lados”.
Las autoridades no han identificado a un sospechoso. Tampoco están seguras si las muertes están relacionadas con la muerte del asistente Mark Hasse, quien fue asesinado camino al trabajo en enero.
La oficina del alguacil recibe la ayuda del FBI y del cuerpo de Rangers de Texas.
McLelland era un veterano del ejército que estudió derecho y más tarde hizo una maestría en psicología y comenzó a trabajar en el Departamento de Salud Mental de Texas, según información de la fiscalía. Finalmente se convirtió en fiscal de distrito en 2010.
McLelland y su esposa tenían dos hijas y tres hijos. Uno de ellos es oficial de policía en Dallas.
El crimen contra los McLelland ocurrió casi exactamente dos meses después de que Hasse fuera asesinado a tiros a plena luz del día en la corte del condado, el 31 de enero.
Hasse había temido por su vida y llevaba una pistola al trabajo, según una fiscal de Dallas que dijo ser amiga suya. Colleen A. Dunbar dijo que habló con Hasse el 2 de enero. “Me dijo que usaría una salida diferente cada día debido a que temía por su vida”, dijo Dunbar a CNN. Hasse no especificó por qué se sentía amenazado, según Dunbar.
Con información de Holly Yan and AnneClaire Stapleton.