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Por K.J. Kwon CNN

(CNN) — El gobierno de Corea del Sur anunció este domingo la posibilidad de que Corea del Norte probaría un misil el 10 de abril, tomando como un indicador las órdenes de Pyongyang a sus trabajadores de abandonar el complejo industrial de Kaesong para esa fecha.

Seúl “está en una postura de preparación militar”, dijo la portavoz de la Casa Azul de Corea del Sur Kim Haeng en una sesión informativa. La funcionaria dijo que el jefe de seguridad nacional Kim Jang-soo también tomó como referencia en la evaluación indirecta de Corea del Norte a diplomáticos extranjeros en Pyongyang para enviar personal fuera del país.

“A partir de ahora, nada fuera de lo común que se ha detectado”, dijo Haeng en nombre de Kim. “Si la guerra con Corea del Norte llega a límite” los norcoreanos deberían tener en mente los severos daños que van a recibir”.

En la nueva ola de lenguaje hostil, el gobierno comunista de Corea del Norte también prohibió la entrada de nuevos trabajadores y de camiones a Kaesong, que está de su lado en la militarizada frontera con el Sur.

Personal y suministros escasean ahora en la zona industrial compartida, causando que 13 compañías hayan suspendido la producción, dijo el Ministerio de Unificación surcoreano en un comunicado el domingo.

Permanecen 518 personas en Kaesong y 39 planean salir el lunes.

Táctica de temor

La postura de Pyongyang es una táctica de miedo, dijo Kim Jang-soo por medio de su portavoz.

“Corea del Norte ha estado saliendo con contenido que hace titulares en los medios todos los días. Esto es llamado la “estrategia de titulares”.

Es diseñada para deformar la opinión pública, dijo.

Kim también dijo que no hay que malinterpretar la aparentemente calmada reacción de Corea del Sur. “Un pato parece pacífico en la superficie, pero sus pies se mueven con aliento bajo el agua”, dijo, describiendo el comportamiento de la Casa Azul, la sede de la presidencia surcoreana.

Bajo la calma, el gobierno de Seúl trabaja “sin descanso” pero “armoniosamente”.

Funcionarios norcoreanos se reunieron este viernes con los embajadores de varias misiones diplomáticas para preguntarles si necesitaban ayuda para desalojar a su personal.

Sin embargo, varios prevén permanecer en el país.

Gran Bretaña se queda, por ahora, de acuerdo con la Oficina de Asuntos Exteriores británica. “No tenemos planes inmediatos para retirar a nuestro embajador”, indicó el gobierno en un comunicado.

La Embajada de Suecia estará abierta. Representa los intereses de Estados Unidos en Corea del Norte y apoya a sus ciudadanos que viajan por Corea del Norte.

Los diplomáticos franceses y alemanes también permanecerán ahí.

Rusia, un aliado de Corea del Norte, puede considerar un desalojo del personal debido a las tensiones, según medios estatales rusos.

La tensión de los misiles

Nuevos informes de movimientos de misiles en Corea del Norte han provocado respuestas militares de Corea del Sur y Estados Unidos.

Un funcionario estadounidense dijo a CNN que el régimen de Kim Jong Un cargó dos misiles de medio alcance en lanzadores móviles en la costa este de Corea del Norte, pero un segundo mando dijo que no es algo comprobado o definitivo.

La agencia de noticias Yonhap informó que los misiles estaban listos. Se cree que el lanzamiento sería una “prueba” en lugar de un ataque dirigido.

En respuesta, Corea del Sur envió ha enviado destructores Aegis equipados con sistemas de radar avanzados sobre sus costas, aseguró Yonhap, quien citó a fuentes navales.

EU desplegó sistemas de defensa contra misiles a Guam, un territorio naval y de bases aéreas de EU del Pacífico Occidental. Corea del Norte ha marcado a esas bases como posibles objetivos de ataques con misiles.

Los lanzamientos de misiles son un pilar fundamental en el repertorio de provocaciones de Corea del Norte. A pesar de la presión internacional para limitar su programa, la dictadura comunista parece haber logrado avances técnicos en los últimos años y definitivamente les muestra  pruebas de misiles nuevos.

Los turistas y los norcoreanos sonríen

La preocupación al parecer no se extiende entre los turistas extranjeros.

Amanda Carr, quien trabaja para una agencia de viajes británica, concluyó este sábado un viaje de placer en Corea del Norte con un grupo de 20 turistas. Antes de abandonar el país, pudieron realizar un recorrido por Pyongyang.

La embajada de Gran Bretaña en Corea del Norte dio a la compañía Koryo Tours algunos consejos sobre las tensiones internacionales. “Recibimos el consejo para continuar con los tours”, dijo Carr a Rafael Romo, de CNN.

Sus socios de Corea del Norte —de la agencia de viajes del estado— seguirán aceptando a los turistas, dijo. Y su actitud es amistosa hacia ellos, como siempre lo ha sido.

Algunos de sus clientes cancelaron el viaje de dos días debido a las tensiones internacionales, dijo. “Es un momento tenso”, admite, pero no es nada que no haya visto antes.