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(CNN) – El término “combatiente enemigo ilegal” se ha hecho conocido desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2011. Se trata del argumento que Estados Unidos esgrime para enviar detenidos a Guantánamo.

Varias decenas de prisioneros del campo de detención están actualmente en la décima semana de una huelga de hambre.

Las autoridades de Estados Unidos dicen que 84 presos, prácticamente la mitad de los detenidos, no están comiendo.

Pero Carlos Warner, abogado público que defiende a 11 de los prisioneros, asegura que varias fuentes le han indicado que la cifra real es de 130 (sobre un total de 166), según señaló a CNN. Teme que muchos de ellos mueran próximamente.

“Y recordemos que 86 de estos hombres tienen autorización para ser liberados”, dijo Warner. “No han sido acusado de nada. No solo son inocentes, sino que además el gobierno ha dicho que no son peligrosos”, agregó.

Dos prisioneros han intentado suicidarse ahorcándose, precisó el vocero de Guantánamo, Robert Durand, a la cadena CBS.

El prisionero yemení Samir Naji al Hasan Moqbel escribió una columna de opinión en el periódico The New York Times bajo el título “Guantánamo me está matando”.

El hombre, que lleva 11 años en la base militar, afirma no haber hecho nada malo y describe la alimentación forzada a la que son sometidos los huelguistas.

“Les colocan un tubo por la nariz y les mandan suplementos alimenticios”, dijo Warner. “Creo que la mayoría de los prisioneros está siendo alimentado de esta forma”.

Warner, que se identificó como un liberal que apoyó a Obama, lamenta que el Presidente haya ignorado por completo la cuestión de Guantánamo.

Las fuerzas armadas también han un pobre manejo de la situación, aseguró Warner, refiriéndose a redadas impulsadas por los oficiales para mudar a los detenidos a celdas individuales. Warner dijo que esto probablemente exacerbó un clima ya frágil.

“Las fuerzas armadas no tienen la culpa. Es la culpa del presidente Obama. Sin embargo, los militares han hecho todo mal”, sostuvo Warner. “Les pido que utilicen nuestra ayuda para negociar una solución. Podemos hacerlo. Y necesitamos el apoyo del Presidente. Obama debe intervener y finalizar con esta huelga de hambre por el bien de la humanidad”.