Por Jethro Mullen y K.J. Kwon
Seúl (CNN) – Corea del Sur indicó este viernes que retirará a sus ciudadanos que permanecen en la zona industrial que comparte con Corea del Norte, luego del rechazo de Pyonyang a una propuesta para sostener negociaciones en el lugar.
El ministro de Unificación surcoreana, Ryoo Kihl-jae, hizo el anuncio este viernes en una conferencia televisada sobre el complejo industrial de Kaesong, donde Corea del Norte detuvo sus actividades a principios de este mes en medio de las tensiones en la región.
Un vocero de la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte describió la oferta de pláticas hecha por Seúl como “engañosa”, de acuerdo con un comunicado emitido por medios estatales.
Ryoo agregó que el gobierno de Corea del Sur apoyará a las compañías que invirtieron en el complejo industrial para que continúen con sus actividades comerciales.
El complejo de Kaesong, ubicado en el lado norte de la frontera, es sede de operaciones de más de 120 compañías surcoreanas, y es considerado un símbolo de la cooperación entre ambos países.
Corea del Sur advirtió el jueves al Norte de consecuencias serias si rechazaba la oferta de charlas sobre la situación en la zona, donde muchos surcoreanos permanecían desde el retiro de los trabajadores norcoreanos.
En el comunicado de este viernes, Pyongyang respondió que podría implementar “graves” medidas, dependiendo del comportamiento de Seúl.
El Ministerio de Unificación de Corea del Sur urgió al Norte a responder a la oferta de pláticas antes del medio día del viernes, argumentando que los surcoreanos dentro del complejo enfrentan “serias dificultades debido a la falta de comida y suministros médicos”.
Pero Corea del Norte indicó que si el Sur se preocupa por el bienestar de sus ciudadanos en la zona, esas personas simplemente deberían de salir de ahí.
A principios de abril, en medio de una serie de declaraciones contra Corea del Sur y Estados Unidos, el Norte inició un bloqueo para evitar que los surcoreanos entraran al complejo a través de la fortificada frontera.
Luego fueron retirados más de 50.000 norcoreanos que trabajaban en las fábricas de la zona, anunciando una suspensión temporal de las actividades ahí. La medida sorprendió a algunos observadores, debido a que Kaesong era considerada una fuente clave de ingresos para el régimen dirigido por Kim Jong Un.
El alto a la producción fue uno de los mayores signos de la tensión en la Península de Corea durante las últimas semanas. La situación se deterioró después de que el Norte realizó pruebas nucleares en febrero, lo que llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a endurecer sus sanciones contra Pyongyang.
Las sanciones más duras, además de ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur en la península, motivaron una respuesta amenazante del Norte contra Washington y Seúl.