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Savar, Bangladesh (CNN) - Las autoridades de Bangladesh arrestaron a ocho personas, entre ellas dos propietarios de la fábrica textil que se derrumbó esta semana, un gran edificio cercano a la capital donde murieron 334 personas y otras cientos quedaron atrapadas entre los escombros de hormigón. También fueron detenidos varios familiares de los propietarios y dos ingenieros, según informó la agencia estatal de noticias Bangladesh Sangbad Sangstha.

En medio de las detenciones, el número de muertos ha aumentado aunque las familias de los desaparecidos esperaban un milagro.
Los equipos de rescate sacaron el viernes a una mujer que había dado a luz en los escombros del edificio de ocho pisos que se derrumbó, informó la agencia estatal de noticias de Bangladesh Sangbad Sangstha.

Pero la mayoría de los informes procedentes de la estructura cerca de la capital de Dhaka eran de dolor.

Los funcionarios de coordinación de la operación habían asegurado que los esfuerzos de rescate terminarían el sábado por la mañana y las máquinas se encargarían a partir de entonces de recuperar los cuerpos restantes.

El anuncio encendió las protestas viernes de la multitud cerca del sitio de rescate, muchos de ellos familiares que mostraban fotografías de los desaparecidos y que pedían que siguieran buscándolos. La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersarlos, dijo la agencia de noticias.

Las protestas continuaron el sábado cuando grandes multitudes salieron a las calles en cuatro distritos de Dhaka.

En un hospital de la universidad médica cercana, “miles de supervivientes habían sido tratados”, dijo Sajjad Hussein, portavoz de la agencia anti-corrupción.

“La falta de la sangre es importante y la autoridad del hospital está pidiendo a la gente que acuda a donar sangre para las víctimas. También hay una escasez de medicamentos. El hospital militar local también está tratando a los pacientes.”

La imagen de la desesperación era evidente el viernes en una escuela cercana, donde se guardaban los cuerpos que se recuperaban. Cientos de vecinos pasaron por allí buscando entre las víctimas a sus familiares desesperadamente a sus seres queridos.

“La gente con fotos de sus familiares, en su mayoría trabajadores de las fábricas de ropa, estaban pidiendo los funcionarios que les ayudasen. Siempre que una ambulancia llega al lugar, todo el mundo se precipita hacia ella con la esperanza de encontrar al menos el cuerpo de sus seres cercanos y queridos”, dijo Hussein.
Diecinueve personas fueron rescatadas con vida a última hora, según dijo el sábado por la mañana el jefe de policía Habibur Rahman del Distrito de Dhaka.

En total, más de 2.300 personas habían sido rescatadas, dijo la policía.

Pero puede tomar un cierto tiempo hasta que se sepa la magnitud de la destrucción. La noche del viernes, los familiares informaron de que 595 personas siguen desaparecidas, dijo la policía.

Grietas aparecieron un día antes
El derrumbe se produjo la mañana del miércoles, un día después aparecieron grietas en la estructura. Esto ha provocado indignación en Bangladesh sobre las normas de seguridad laxas en la industria del país.

La mayoría de las víctimas parecen haber sido trabajadores de la fábrica textil a quienes se le dijo que acudieran a trabajar a pesar de sus preocupaciones debido a que sospechaban que la estructura del edificio no era sólida. Las grietas llevaron a un banco también ubicado en el edificio a pedir a sus empleados que no se presentaran a trabajar el miércoles, y las tiendas en el centro comercial fueron cerradas debido a una huelga.

Los fabricantes de ropa de Bangladesh y la Asociación de Exportadores anunciaron el viernes que todas las fábricas de ropa se cerrasen este fin de semana “para el tratamiento de las víctimas del derrumbe de un edificio Savar y la finalización de la operación de rescate con éxito.”

El primer ministro Sheikh Hasina ordenó el viernes la policía que detuviera a los dueños de la construcción y las fábricas que obligaron a sus trabajadores a acudir al trabajo a pesar d elas grietas para que puedan “afrontar acciones legales”, dijo su portavoz.

“No es un accidente, es un incidente de muerte”, el ministro de Información Hasanul Inu Haq dijo a los periodistas. “Todos, incluidos los propietarios y los funcionarios administrativos en cuestión, deben tener su responsabilidad en la muerte de estas personas.”