(CNN) — Lo que empezó como una protesta pacífica por el plan de demoler un parque en Estambul se ha vuelto el mayor movimiento de protesta contra el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, desde que lo eligieron hace más de 10 años.
¿Qué desencadenó las protestas?
El parque Gezi se ubica en el principal distrito comercial de Estambul y es la última área verde del centro de la ciudad. A muchos habitantes no les agradó que las autoridades anunciaran que querían arrasar con el parque y poner en su lugar una reproducción de las barracas otomanas del siglo XIX y un centro comercial.
El viernes, una corte de distrito ordenó que cesaran temporalmente las construcciones. El alcalde, Kadir Topbas, enfatizó que la demolición no estaba relacionada con el proyecto del centro comercial pero era parte de un proyecto de remodelación más amplio que contemplaba a la plaza Taksim.
Sin embargo, muchos de los manifestantes dicen que no están molestos por el plan que propuso el gobierno. En Estambul, las multitudes corean: “Renuncia, Tayyip” y “hombro a hombro contra el fascismo”.
¿Por qué estalló la violencia en las protestas?
Al principio, las protestas involucraban a un puñado de residentes que estaban haciendo guardias. Sin embargo, su número creció. Entró la policía antimotines y arrojó gas lacrimógeno y gas pimienta, a lo que los manifestantes respondieron arrojando botellas, obstruyendo el paso de los bulldozers y levantando barricadas. Luego, enfurecidos por el comportamiento de las fuerzas de seguridad, los manifestantes empezaron a atacar a la policía.
El grupo internacional de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional y Greenpeace han denunciado lo que para ellos es un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes pacíficos.
Erdogan reconoció el sábado que las fuerzas de seguridad de Turquía habían usado excesivamente el gas lacrimógeno contra los manifestantes.
“Ciertamente fue un error. También nos oponemos a que se use en exceso (el gas lacrimógeno). De hecho hubo un exceso”, dijo.
¿Qué tan generalizadas están las protestas?
Desde el viernes, ha habido protestas en 67 de las 81 provincias de Turquía, según la agencia noticiosa semioficial de Turquía, Andalou. Ha habido reportes de enfrentamientos en la capital, Ankara, y en los puertos de Izmir y Adana.
Se ha detenido a más de 700 personas desde el martes y la mayoría ya fueron liberadas, señaló la agencia. Siguen hospitalizados 58 civiles y 115 elementos de las fuerzas de seguridad han resultado lesionados.
¿Por qué los manifestantes quieren que Erdogan dimita?
La represión de la policía contra los manifestantes despertó el descontento generalizado. Ahora, la extensión de las protestas demuestra que el problema es mayor y gira alrededor de la libertad de expresión y de las acusaciones contra el gobierno por excesos.
Erdogan fue electo hace más de una década y es el político más popular y poderoso de Turquía, pero su estilo de liderazgo no agrada a muchos turcos, dijo Asli Aydintasbas, columnista del diario Milliyet.
“Tenemos un primer ministro que ha hecho grandes cosas y que ha mejorado la economía”, dijo. “Pero también tiene este estilo paternalista: ‘Yo sé lo que es bueno para ustedes. Como su padre, puedo decidir qué pasará con el parque, el puente, la ciudad y la Constitución’. Pienso que la gente solo quiere que haya una democracia más incluyente en Turquía”.
Tuncay, un manifestante de 28 años, dijo a CNN el sábado: “El gobierno de Erdogan usualmente se ha considerado autoritario. Tiene un enorme ego, tiene el síndrome de Napoleón. Se considera un sultán… Necesita dejar de hacer eso. Es tan solo un primer ministro”.
¿Cómo reaccionó Erdogan?
Erdogan se ha mostrado desafiante y no parece querer ceder ante las exigencias de los manifestantes.
El lunes, desestimó las acusaciones de que las fuerzas de seguridad habían usado fuerza excesiva y negó que Turquía pudiera estar al borde de su propia “primavera árabe”.
“Quienes hablan de la primavera turca están en lo correcto, de hecho estamos en primavera”, dijo. “Pero hay quienes están tratando de volverlo un invierno”.
Dijo que los opositores que no habían logrado derrotar a su partido en las elecciones estaban tratando de derrotarlo “por otros medios”. “El tema de los árboles en el parque Gezi es solo el detonante”, dijo.
Fadi Hakura, socio y gerente del Proyecto Turquía del grupo de estudios londinense Chatham House, dijo que las manifestaciones no eran el equivalente a los disturbios que llevaron a la caída de otros líderes árabes hace dos años.
“A diferencia de Egipto y otros países árabes, Turquía es una democracia funcional, aunque incompleta, y lo ha sido desde 1950”, dijo.
“Erdogan recibió un sonoro mandato con casi la mitad de los votos en las pasadas elecciones generales en 2011. Sigue siendo el político más popular de Turquía y la oposición es débil e ineficaz a ojos de muchos turcos”.
Hakura dijo que las protestas coincidían con la “desaceleración económica” y “que lo que finalmente determinará que Erdogan conserve el poder será el estado de la economía turca y no las protestas en contra del gobierno”.
¿Erdogan es autoritario?
En noviembre de 2012, Erdogan se volvió líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) por tercera vez, y cumplió el límite establecido por el partido.
Sin embargo, los estatutos del AKP se modificaron durante el congreso del partido para permitir que los parlamentarios que ya hubieran servido tres periodos —como Erdogan— pudieran reelegirse tras dejar pasar un ciclo electoral.
En un correo electrónico dirigido a CNN, Suat Kiniklioglu, exparlamentario del AKP y director del Centro de Comunicación Estratégica en Ankara, escribió: “uno de los aspectos más importantes de la convención fue que se dejó en claro que el primer ministro no se irá, sino que tratará de ser un presidente que conserve la filiación de su partido o que tratará de cambiar el sistema para que sea presidencial o semipresidencial”, dijo.
¿La religión ha influido en los disturbios?
Hakura dice que las protestas reflejan en parte “la profunda polarización ideológica entre los turcos laicos, los liberales y los más religiosos”.
Mustafa Kemal Ataturk fundó la moderna República de Turquía en 1923 e instituyó las leyes laicas para reemplazar a las órdenes religiosas tradicionales.
“Los turcos laicos se quejan de que el gobierno de raíces islamistas es intolerante a las críticas y a la diversidad de los estilos de vida”, dice. “Hasta ahora, la postura firme y fuerte de Erdogan frente a los manifestantes ha reforzado esa percepción”.
Erdogan describe a su partido como “conservador demócrata”, pero algunas personas temen que los valores islámicos conservadores del AKP estén invadiendo el laicismo tradicional de Turquía.
Las guerras culturales frecuentemente enfrentan a la élite musulmana gobernante con los segmentos más laicos de la sociedad turca. El AKP evitó por poco ser expulsado de la política en 2008, cuando una corte constitucional lo multó por llevar a cabo supuestas actividades antilaicas. La corte también detuvo una ley con la que se permitirían los tocados islámicos en las universidades públicas.
El mes pasado, el pueblo mostró su indignación en las redes sociales y en los diarios cuando Turkish Airlines —el 49% de las acciones pertenecen al gobierno— anunció que prohibiría a sus sobrecargos el uso de ciertos tonos de lápiz labial y de barniz de uñas.
Una indignación similar se desató cuando la empresa anunció que dejaría de servir bebidas alcohólicas en varias rutas nacionales e internacionales.
¿Los turcos gozan de libertad de expresión?
El mes pasado, Emma Sinclair-Webb, de Human Rights Watch, dijo que uno de los “principales problemas de derechos humanos en Turquía es la intolerancia a la libre expresión”.
“Los políticos demandan regularmente a los periodistas por difamación. Los editores no están dispuestos a permitir muchas críticas contra el gobierno por temor de que se vean afectados los intereses de sus jefes o de otras empresas”, dijo Sinclair-Webb.
Turquía solicitó su inclusión en la Unión Europea en 1987. En un reporte de avances publicado en 2012, la Comisión Europea señaló que “es necesario implementar reformas importantes para fortalecer las estructuras de derechos humanos, la cantidad de procesos penales contra los defensores de los derechos humanos es un foco de preocupación”.
Señaló que el aumento de violaciones a la libertad de expresión también generaba “dudas graves” acerca de “la presión que los funcionarios del Estado ejercen sobre la prensa y el despido de periodistas críticos” que ha ocasionado una censura generalizada.
A través de un comunicado en su sitio web, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía señaló que la promoción y la protección de los derechos humanos son “algunos de los objetivos políticos prioritarios de Turquía”.
“Al respecto, Turquía ha pasado por un proceso de reforma integral en los últimos años con la idea de fortalecer la democracia, consolidar el Estado de Derecho y garantizar el respeto de los derechos fundamentales y las libertades”.
El principal asesor de Erdogan, Ibrahim Kalin, dijo el sábado que los manifestantes tenían derecho a expresar su descontento, dentro de ciertos límites.
“La gente tiene derecho a no estar de acuerdo con el gobierno, pueden ejercer sus derechos democráticos, pero lo pueden hacer dentro del contexto de una sociedad democrática”, dijo.
¿Es seguro visitar Turquía en este momento?
La Oficina del Exterior y la Mancomunidad de Gran Bretaña (FCO) recomendó a los ciudadanos británicos que eviten las manifestaciones “tras las protestas en Estambul y otras ciudades de Turquía”, aunque no ha indicado a sus ciudadanos que eviten viajar a Estambul.
Estados Unidos advirtió a sus ciudadanos que tuvieran cuidado con las manifestaciones en Turquía, uno de los principales aliados de Washington en Medio Oriente.
Australia recomendó a sus ciudadanos que “eviten las protestas y manifestaciones en toda Turquía, ya que podría desatarse la violencia”.
Mientras tanto, Siria ha indicado a sus ciudadanos que no visiten el país vecino.