Alexander respondió a interrogantes del Comité de Inteligencia.

Por Dana Bash y Tom Cohen

Washington (CNN) — Los planes de atacar con bombas la Bolsa y el Metro de Nueva York están en una lista de más de 50 intentos de atentado que se frustraron en todo el mundo, gracias a los programas secretos de vigilancia, desde que ocurrieron los ataques de al Qaeda contra Estados Unidos, indicaron autoridades este martes.

El general Keith Alexander, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), el FBI y otras autoridades revelaron detalles sorprendentes en una audiencia del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, encaminada a obtener más detalles sobre los programas para obtener datos de llamadas y correos electrónicos, de los que Edward Snowden filtró información a diarios.

Ha sido la defensa más completa y específica de los métodos que han sido objeto de feroces críticas por parte de grupos de libertades civiles, algunos integrantes del Congreso y otras personas preocupadas por el alcance que tiene el gobierno para indagar en la vida privada de los ciudadanos, con tal de proteger la seguridad nacional.

Los funcionarios nacionales encargados de la seguridad afirmaron que las filtraciones son atroces, y que tienen enormes consecuencias para la seguridad nacional.

“Creo que fue un daño irreversible y significativo a esta nación”, dijo Alexander, lo cuestionó la congresista Michele Bachmann.

“¿Esto ha ayudado a los enemigos de Estados Unidos?”, preguntó la republicana de Minnesota. “Creo que lo ha hecho, y creo que esto nos hará daño a nosotros y a nuestros aliados”, dijo Alexander.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha mencionado que los programas son necesarios en una era de terror, pero que han sido controlados por el Congreso y que están sujetos a controles legales estrictos.

En una entrevista con Charlie Rose, transmitida la noche del lunes, Obama dijo que la situación requiere un debate nacional sobre el equilibrio entre la seguridad y la privacidad.

Alexander señaló la semana pasada, en un testimonio ante el Senado, que los programas de vigilancia ayudaron a detener decenas de planes terroristas.

Mencionó brevemente los planes para bombardear el sistema del metro de Nueva York, pero dio más detalles e hizo otras revelaciones este martes ante la Cámara.

En total, los funcionarios indicaron que el controvertido programa de vigilancia de las comunicaciones en el extranjero ayudó a frustrar a nivel global más de 50 ataques, que estaban en diferentes etapas de planificación.

Los detalles de la mayoría de los casos se mantienen en secreto, aunque los funcionarios de seguridad nacional mencionaron que estaban trabajando en la desclasificación de más información, y que podrían presentar un informe al Congreso esta semana.

“Estamos revelando frente a ustedes métodos y técnicas”, dijo Sean Joyce, director adjunto del FBI, insistiendo en la necesidad de que se refleja el importante impacto que han tenido las filtraciones en la seguridad nacional.

Joyce detalló a los integrantes del Comité la labor de vigilancia de correos electrónicos, que ayudó a las autoridades a descubrir dos planes de ataque contra la ciudad de Nueva York, dirigidos contra la bolsa de valores y al Metro.

En el otoño de 2009, Joyce dijo que la NSA interceptó un correo electrónico a un sospechoso de terrorismo, en Pakistán.

Esa persona estaba hablando con alguien en Estados Unidos, “sobre el perfeccionamiento de una receta de explosivos”.

En el otro caso de Nueva York, la NSA estaba vigilando a un “extremista conocido” en Yemen, que estaba en contacto con una persona en Estados Unidos. Joyce dijo que el FBI detectó una “incipiente conspiración” para bombardear a la Bolsa de Valores.

También mencionó que la vigilancia electrónica interrumpió un intento de atacar la oficina de un periódico danés que fue amenazado por publicar una caricatura del profeta Mahoma, en 2006.